lunes, 19 de noviembre de 2018

Si los celebras, que los ejerzan.

El 20 de noviembre es el día internacional de los Derechos de lxs Niñxs. Muchas escuelas, instituciones y familias lo celebran, y sería fantástico si no fuese porque el resto de días, o incluso en el mismo de su celebración, los mismos que los celebran, los vulneran.

Comencemos con un poquito de historia:
- En 1959, Naciones Unidas aprobó una Declaración de los Derechos del Niño que incluía 10 principios. Pero no era de carácter obligatorio.

- El 20 de noviembre de 1989, 40 años después, se logró aprobar la Convención sobre los Derechos del Niño, esta vez, de carácter obligatorio para todos los países que la ratificasen.

- En 1990, se convirtió en ley, siendo firmada y aceptada por 20 países, entre ellos España. Hoy, la Convención ya ha sido aceptada por todos los países del mundo excepto Estados Unidos.
(fuente: Unicef.es)

Dos puntos importantes:
1- No debemos limitarlos a los 10 derechos de 1959, sino muchos más, los 54 artículos de 1990.
2- Su cumplimiento es OBLIGATORIO y es el Estado quién debe velar por su cumplimiento.

Teniendo en cuenta esto, me gustaría analizar algunos de los derechos que más se vulneran en las escuelas, instituciones y familias:

Art. 3: En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño

Tercer artículo y ya encontramos el primer derecho que se vulnera (¿casi?) a diario. ¿Realmente creéis que se atiende el interés superior del niñx? Creo que no arriesgo mucho si digo que no, pues por norma general hacen lo que alguien impone; alguien que en el mejor de los casos cree que es lo que debe interesar a ese grupo, y en el peor... que lo impone "porque sí, porque toca, porque siempre ha sido así, etc".
Pequeño inciso:  Derry Hannam propuso en 2016 que lxs alumnxs escogiesen un 20% del contenido a estudiar en horario lectivo. Los resultados de la medida fueron mucho mayores de los esperados: mayor rendimiento, mejor relación profe-alumnx, mayor compromiso, menor absentismo, etc. En este caso, hablamos de interés en la escuela, pero debemos velar por el interés en todos los ámbitos de la infancia, lo cual incluye el hogar. Ay.. si lxs niñxs votasen, el mundo sería muy diferente, pues se daría a la infancia la importancia y prioridad que merecen. Como dice Mar Romera: no es educar para la infancia sino con la infancia.

Art. 12. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño,
teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño


Art. 13: El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma artística o por cualquier otro medio elegido por el niño.

Hilados al artículo 3 en cuanto a tener en cuenta su opinión e interés; estos artículos se vulneran, faltando a la libertad de expresión y opinión, cuando no se les permite: vestir con/sin determinadas prendas, jugar con determinados juguetes o pintar con determinado color según su género, inscribirse en aquellas actividades de su interés, leer determinados libros, pintarse o maquillarse si no es lo "normal para su género", etc.  No se trata de facilitar todo, pues los recursos materiales a nuestro alcance pueden ser limitados, pero si disponemos de ellos, es nuestro deber permitir que escojan libremente. Respetemos, sin juicio.


 Art 15. Los Estados Partes reconocen los derechos del niño a la libertad de asociación y a la libertad de celebrar reuniones pacíficas.
¿Tienen la infancia y adolescencia espacios en los que reunirse? Tal vez sí, pero siempre o casi siempre están supervisadxs y/o guiadxs por adultxs, y como dice Mar Romera: "Las mejores cosas ocurren a escondidas".
Anda que no habréis escuchado un: "no vayas a invitar a X a tu cumple, que menudx es...", o un "no se te ocurra hacer el trabajo de X asignatura con X, que ya sabes cómo es..." Dejemos que se junten con quien quieran, no anticipemos, demos libertad y herramientas, no parches camuflados de soluciones. 


Art. 17.  Los Estados Partes: a) Alentarán a los medios de comunicación a difundir información y materiales de interés social y cultural para el niño, de conformidad con el espíritu del artículo 29.

¿Noticias con lenguaje y contenido para la infancia? Sinceramente, no creo que los medios estén usando un lenguaje ni un contenido adaptado. Y no hablamos de peques de infantil, quienes no suelen mostrar mucho interés, sino de peques de primaria y secundaria (sí, lxs adolescentes también tienen -los mismos- derechos) que encienden el televisor o abren el periódico y no entienden más de la mitad. ¿Por qué? ¿No interesa a la sociedad que la infancia sea consciente del mundo en el que vive y de cómo es la sociedad de la que forma parte (pese a no permitirles participar)? Tal vez...

Art 19. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual.

Pues eso, que "el cachete a tiempo", la humillación, el "rincón de pensar", o cualquier castigo físico o mental, no son legales. ¿O no los consideras un abuso? La RAE nos indica que abusar es: "Hacer uso excesivo, injusto o indebido de algo o de alguienHacer objeto de trato deshonesto a una persona de menor experiencia, fuerza o poder"  Pues eso.


Art 31. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.

Por tanto, prohibir salir al patio, jugar en las plazas, salir con amigxs, etc. incumple el derecho al juego. ¿Y echarse la siesta? En muchos coles no se les permite ni facilita a partir de los 3 años... ¿Dónde queda su derecho al descanso? ¿Y esos días de deberes hasta las 10 o más de la noche? ¿Y las semanas repletas de exámenes en las que algunxs se ven en la obligación de cambiar su tiempo de ocio por tiempo de estudio? De verdad... ¡¿Hasta dónde vamos a llegar?!



"¡Pensé que sería más grave! Menuda exageración... Si de 54 artículos sólo mencionas 7!"

¿Y? ¿Acaso hay un artículo menos importante que otro? No, y no lo digo yo, también nos lo recuerdan en Unicef:
"¿Cuál es el derecho más importante?Los derechos de la infancia son indivisibles, interdependientes y están vinculados unos con otros. Cuando en un caso concreto existe un conflicto de derechos, un derecho puede anteponerse a otro a la hora de tomar una decisión. Pero esto no implica que haya derechos más importantes que otros."


Así que, si consideras importante y respetas el derecho al nombre, a la vida, a la no discriminación, a la alimentación, a la educación, a la salud, a la familia, ...

No olvides ni vulneres tampoco el derecho a: la toma de decisiones, la libertad de opinión y expresión, la libertad de asociación y reunión, la información adaptada, no recibir abuso físico ni mental, o trato negligente, el juego y el descanso.

EN NUESTRO ESPACIO, NO BUSCAMOS CELEBRAR EL 20 DE NOVIEMBRE SINO QUE PUEDAN EJERCER CADA DÍA TODOS SUS DERECHOS,  Y TÚ ¿LOS CELEBRAS HOY O LOS VELAS SIEMPRE?


Si quieres leer todos los artículos que componen la Convención sobre los Derechos del Niño, visita:
https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/comunicacion/ConvencionsobrelosDerechosdelNino.pdf


jueves, 15 de noviembre de 2018

Ni asamblea, ni corro, ni círculo.

Hoy quiero compartiros algo que decidimos cambiar y posteriormente eliminar del proyecto: la hora de "asamblea".

Hace cuatro años, cuando pensamos el proyecto, teníamos claros varios aspectos relacionados con el momento de la asamblea:


- Se iba a realizar cada mañana de 9:30 a 10:00, hora aproximada en la que ya habían llegado todas las personas del grupo y habían podido disfrutar de un tiempo de acogida con juego libre.

- Se miraría el día, el tiempo, cantaríamos, leeríamos un cuento o varios, hablaríamos de la tarde anterior o el finde, compartiríamos curiosidades, y plantearíamos las propuestas del día.

- Cada peque decidiría si participar de forma activa (proponiendo y actuando) o de forma pasiva (observando).

- Al igual que las propuestas (antes llamadas talleres) sería un momento respetuoso, en el que cada peque decidiese si participar o continuar con su juego libre. 

- Habría libertad para sentarse, estar de pie, tumbadxs, de rodillas, bailando, o como fuese, cada ser decidiría cómo estar. 

- Se permitiría que entrasen y saliesen de esta rutina cuando les apeteciese, pudiendo incorporarse o retirarse aunque ya hubiese comenzado. 

Parecía que la asamblea seguía totalmente la línea respetuosa del proyecto general ¿no? Bueno, pues así fue cómo lo implantamos. Hubo días que charlamos más y otros menos, que cantamos más o menos, que contamos cuentos o no, que apuntamos cosas en el calendario o no... Al tener como máxima el respetar los ritmos y necesidades de cada peque, hubo días en las que la "asamblea" era individual, pues al resto no le apetecía. Lo aceptamos y no lo juzgamos, no a todo el mundo le apetece hacer lo mismo cada día, hay días que tenemos otras necesidades que nos llaman más. 


Además, otra de las máximas del proyecto es el respeto del juego libre, pues sabemos que es su "trabajo" y no aporta nada cortarlo o interrumpirlo. Así que hubo días que no encontrábamos ese momento de parón para sentarnos y charlar. No nos preocupaba, disfrutamos observando, y sabíamos que la asamblea no necesariamente les iba a aportar algo mejor que ese juego que tanta concentración les demandaba.

Tras unos meses probando y observando, un día nos dimos cuenta de que cuando realmente hablábamos y compartíamos cosas peques y acompañantes, además del día a día, era en la hora del almuerzo. ¡Qué obvio! ¿acaso no es alrededor de la mesa donde es habitual juntarnos y compartir? Ay... al menos nos dimos cuenta, y ya se sabe: más vale tarde que nunca.


Desde entonces, no hacemos asamblea/círculo/corro/cualquier cosa artificial que se le asemeje. ¿Acaso las familias os despertáis y lo primero que se os ocurre es mirar el día de la semana, quién ha venido, el tiempo, etc? Seguramente no, aunque tal vez sí, hay veces que lo primero que queremos saber es el día que es por si tenemos alguna fecha señalada pronto, o miramos el tiempo si vamos a ir a la calle; pero todo ocurre de forma natural, espontánea, no es en absoluto artificial o rutinario.


Así que, desde ese día, cuando nos sentamos a la mesa a almorzar hacemos lo que haría una familia: hablar, compartir, soñar, escuchar... Ese es el verdadero momento de encuentro. 


En la mesa han surgido grandes debates, ha habido interés por buscar qué día es y cuánto falta para el cumple o la fiesta de X, hemos compartido aventuras, hemos planeado qué queríamos investigar o qué juegos queríamos hacer ese día,hemos mostrado nuestros sentimientos y acompañado, hemos recordado conflictos internos y externos, hemos mirado por la ventana para observar las estaciones o el clima (especialmente cuando queríamos salir de excursión), hemos compartido risas, hemos dejado a un lado la comida para jugar en la mesa, hemos visto y probado distintos alimentos, y ante todo, hemos disfrutado. 


A la izq. veis un juego descubierto ese día entre las estanterías. Hizo que dejasen para más tarde el almuerzo y así explorar con las letras. 

Cada peque come cuando quiere, pues defendemos la auto-regulación de la alimentación, y normalmente nos sentamos en grupo, pero seguimos respetando que haya peques que no quieran participar. Disfrutamos de ese momento espontáneo y natural, alrededor de la mesa, no en el suelo ni en cojines frente a un gran panel que nos muestra el día, el clima, el mes, la estación, los cumpleaños, los asistentes, y mil cosas más que se le ocurran a la persona que organiza "el encuentro". 


Y algunxs estaréis pensando: vale, vale, pero ¿y todos los beneficios y contenidos curriculares de una asamblea? respetar del turno de palabra, trabajar conceptos temporales, identificar el clima, estimular la memoria, escuchar, exponer y hablar en público... ¡Ah! Y ahora también se trabajan las emociones, claro.  (y el número protagonista, y el poema de la semana, y el abecedario, y escribir el nombre, y una o varias figuras geométricas, y hacemos una suma, y buscamos el cumpleaños del mes, y vemos los bits de mates, y los bits de monumentos, y los bits de ropa, y la canción de la estación, y ......, y......, y......, y.....) - Me estresa y agota sólo de pensarlo.


Ya, sí ,claro... pues... a ver ... ¿por dónde empiezo?

Además de ser un momento de encuentro y de compartir, una de las causas por las que queríamos introducir la asamblea era para trabajar la orientación temporal: qué día es, qué día de la semana fue ayer, cuánto falta para X, etc. Pues sabemos lo complicado que les resulta orientarse y los líos que se suelen hacer, así que creímos importante facilitarles un sistema en el que orientarse temporalmente. 

Por eso dispusimos (y mantenemos) un gran calendario (de verdad, no de esos de dibujitos ni nada similar) y un reloj con pictogramas. Al principio teníamos un calendario de pinzas, que íbamos girando día a día y era muy manipulativo, y después optamos por el típico con cuadraditos para que pudiesen escribir en ellos y que fuese más real. Cada peque los mira e interactúa con éstos cómo, cuánto y cuando quiere. Ha habido peques que han querido contar días para ir a la playa, para su cumple, para ir al pueblo, para ir a la biblioteca por la tarde, para que saliese su peli preferida... Y peques que han mirado nuestro reloj con pictogramas más de veinte veces para saber a qué hora viene su familia y "calcular" si daba tiempo a preparar un juego o no. 

Es en esos momentos en los que verdaderamente se trabajan esos contenidos lógico-matemáticos (conteo, secuencia, identificación de los números, etc. ) que pretenden trabajarse en una "asamblea"; a no ser que sea simple y tristemente un "time-filler" - no sé si existe traducción para esa expresión- ¿pasatiempo? :-/ 


Todo lo demás se trabaja de forma natural en el juego libre, pues en él hay turnos de palabra y practican la atención, memorizan si juegan a hacer parejas o si tienen que buscar un juguete que no está en su sitio, miran por la ventana para ver si deben abrigarse más o menos si quieren salir al patio o se marchan, realizan trazos si lo desean, comparten experiencias con otrxs, etc. Lo de las emociones... creo que merece un post a parte, pero lo resumiría en: no se trata de nombrarlas sino de identificarlas, empatizar, gestionarlas, etc. El número protagonista, el poema de la semana, la figura geométrica y demás, pueden tener su momento durante el día, de forma espontánea también. Si pensamos bien los materiales que vamos a facilitar en el espacio, en el espacio habrá: números, letras, cuentos y poesías, juegos con formas geométricas, etc. Más valen 2 minutos (que suelen ser muchos más) de concentración plena en un juego escogido libremente, que 20-30 minutos sentados sin ser en absoluto significativo y completamente repetitivo- memorístico. 


Así, que, creemos que teníamos muchas razones para no hacer una "asamblea tracicional" y observando y observándonos hemos encontrado muchas otras para eliminarla por completo para sustituirla por un encuentro natural en la hora del almuerzo. Gracias a nuestro compromiso con la formación continua y revisión periódica del proyecto, supimos dónde pulirlo para ofrecer así un espacio cada vez más familiar, natural, y respetuoso. Seguimos aprendiendo, observando y observándonos.