lunes, 25 de mayo de 2015

Lengua de signos para bebés oyentes

¿ Cuántas veces habremos escuchado un ¿pero qué te pasa? dirigido a un peque que llora desconsolado o está enfadado por una rabieta?

Los bebés controlan sus manos mucho antes de que su sistema fonador esté listo para emitir palabras. Entonces ¿porqué no reforzar su habilidad en vez de esperar a que pueda usar palabras?


Los bebés utilizan sus manos de forma innata para comunicarse, aprenden gestos de los adultos: señalar, mover la mano para decir hola y adiós, tirar un beso, aplaudir, levantar los brazos para cogerles... Señalar es el recurso más utilizado, pero ¿y si lo que queremos decir no es físico o no está presente en el momento? Cuando no tienen una necesidad cubierta (hambre, sueño, dolor, miedo, frío, etc) si no hay expresión oral ni se les ha enseñado un gesto, recurren al llanto, a los gritos, a las rabietas. Se crea tensión por parte del pequeño y del adulto porque uno no se siente entendido y se frustra y el otro no consigue descifrar el problema y se estresa.

La lengua de signos permite una comunicación bebé-adulto y adulto-bebé. Muchas palabras que utilizamos pueden ser complicadas, pero si las acompañamos de un gesto, dispondrán de dos apoyos, auditivo y visual para entender el mensaje.

En la lengua de signos (LS) que se utiliza para bebés, simplemente se acompañan las palabras clave de un mensaje con sus gestos, no es una conversación real en LS como la que utilizaría una persona sorda o muda.

Un peque haciendo la seña de "Más"

Ya en 1989, Susan Goodwyn y Linda Acredolo demostraron las ventajas de utilizar LS con bebés oyentes, y la tendencia ha ido extendiéndose. En muchas escuelas de EE.UU. se enseña LS desde hace un tiempo y han comprobado que el nivel de comprensión es mayor, la riqueza de vocabulario es más amplia, y las rabietas son menores ya que son capaces de contar lo que les ocurre. Otra de las ventajas de la LS es que puede ayudarles con la adquisición de otros idiomas, ya que el gesto será el mismo pero el refuerzo auditivo será diferente, ayudándoles así a ver que una misma palabra puede tener dos nombres.




En España, la LS está empezando a emerger, pero aún estamos muy rezagados. Muchas familias tienen miedo de que si los peques aprenden LS luego no quieran desarrollar el lenguaje hablado cuando su sistema esté listo; pero nada más lejos que eso, se ha comprobado que los niños que aprenden LS una vez tiene el sistema fonador listo, emiten muchas más palabras, porque entienden su significado y saben cómo usarlas.


La LS es la solución a las rabietas, a esos ¿Pero qué te pasa, qué quieres? Crea un vínculo emocional mayor, un ambiente más tranquilo al saber que hay comprensión.
Pero estas no son todas las ventajas, hay una más a destacar, la LS estimula la psicomotricidad fina, el control de los dedos, y la coordinación espacial y visual.

Enseñar LS no deja de ser un aprendizaje, por ello, debe tenserse en cuanta la metodología de aprendizaje. Algunos mantienen que lo mejor es enseñarles 5 signos a la semana o al mes, dependiendo de la edad. Yo, creo que como todo aprendizaje, debe ser natural, usar la LS como algo que acompaña a la lengua oral, no una "clase", usarlo en la conversación diaria, al cantar, al contar un cuento...

Si queréis más información sobre la lengua de signos para bebés oyentes, hay dos empresas que destacan ahora, cada una tiene un enfoque, pero el contenido es similar. Dan cursos presenciales y online y disponen de recursos gratuitos y muy útiles en sus webs.
http://www.cincodeditos.com/
http://otanana.com/

También podéis buscar vídeos de YouTube en los que se ve cómo peques de menos de dos años signan con absoluta fluidez y coherencia, sin duda, una maravilla. Aquí tenéis un ejemplo, es en inglés pero se puede ver que se expresa con naturalidad.

Y ahora... ¡a signar a los peques!



No hay comentarios:

Publicar un comentario