lunes, 28 de diciembre de 2015

El juego

¿Qué es jugar? Si nos obligan a escribir los números del uno al diez, es una tarea, pero si contamos cuántos niños hay en cada equipo... estamos jugando con números ¿no?


Todos sabemos que los niños, tienen derecho a la educación, pero.. ¿Sabías que también tienen derecho a jugar? Sí, jugar es un derecho.


El juego es una actividad que casi todos asociamos a los niños ya que los adultos, generalmente, no juegan. (¿Por qué?) Pese a ello, los adultos tratan de llenar todos los momentos libres de los peques con actividades extra-escolares en las que entretenerles, al salir de sus coles, los niños deben jugar en libertad y explorar. Cualquier humano, con meses o 100 años, querrá jugar. No sólo los peques de infantil o primaria, los pre-adolescentes y adolescentes de secundaria también tienen esa necesidad, y lo mismo ocurre con los universitarios, adultos y mayores. Jugar es innato y es necesario para un desarrollo adecuado de cada ser, para dar rienda suelta a la curiosidad, los límites, la exploración interna y externa...

Un juego, para que sea fuente de aprendizaje, exploración, experimentación y descubrimiento, debe ser libre, espontáneo, y sin supervisión ni directrices externas.


Además, debemos tener en cuenta el tipo de material que formará parte del juego. Cuanto más elaborado sea el material, menos permitirá el desarrollo de la imaginación y uso del pensamiento divergente. Un muñeco será siempre un muñeco, mientras que una hoja de árbol podrá hacer las veces de avión, de bebé, de manta, de comida, de pelota o de barco, entre millones de opciones más. Y un coche será siempre un coche, pero un tronquito de madera puede ser un coche, una jabalina, una pieza con la que construir una casa o una torre, etc.


Por ello, se deben ofrecer materiales no estructurados, en los que cada uno interprete su uso como prefiera, pudiendo variar de un día para otro o incluso en unos segundos. Los materiales que encontramos en la naturaleza son ideales para desarrollar sus sentidos del tacto y olfato, conocer su entorno y desarrollar su imaginación y creatividad.

Así que os invito a jugar, a soñar, a crear y volver a la infancia, recuperar el instinto natural y disfrutar del enorme placer de jugar. Juega solo o acompañado, o simplemente observa a otros hacerlo y te invadirá una sensación increíble de calma y alegría. 

Para terminar, os dejo un vídeo muy interesante en el que expertos de la educación nos hablan sobre el juego y los juguetes en la infancia. 

viernes, 13 de noviembre de 2015

Origen palabra "infante". El habla y la comunicación.

INFANTE ¿Alguna vez os habéis preguntado el origen de ésta palabra? ¿Que significa? A continuación, la respuesta y una pequeña reflexión relacionada con su significado.

La palabra viene del latín infans, infantis (nominativo -infante- y genitivo -del infante- de singular). Está compuesta por el prefijo in-, de negación, y por el participio presente del verbo fāri: «hablar». Por tanto, un infante es aquella persona que no habla.

Y desde ahí, reflexionemos. No es lo mismo hablar que comunicar. En esta sociedad, si no hablas, no se te tiene en cuenta. Algunos adultos no lo hacen porque no quieren, pero no es difícil darse cuenta de que éste no es el caso de los niños. Ellos tienen mucho que contar y muchas ganas de contarlo, de ser escuchados.

Los bebés no hablan, pero comunican, y es que desde el primer minuto, nos transmitirá sus sentimientos y necesidades. Para facilitarles la tarea, podemos ofrecer una magnífica herramienta, la lengua de signos. Podéis leer más sobre la lengua de signos para bebés oyentes aqui

Por tanto, podemos referirnos a un peque como "infante" pero no como humano que no se comunica.
Un apunte curioso.

sábado, 24 de octubre de 2015

Primera experiencia de La Casa Mapletrees

Tras tres años de muchas ideas cambiantes, de sentarse y reflexionar, de leer, investigar, contrastar... y aprender. El primer brote del proyecto que parece ser final ve la luz, tras ocho meses gestando la idea, el primer grupo de juego de La Casa Mapletrees es una realidad. 

En noviembre comienza el proyecto piloto de La Casa Mapletrees. Una primera toma de contacto con el proyecto, tanto para las familias que han confiado en él como para mi. Nos juntaremos ocho peques para hacer un Playgroup una hora a la semana. 

¿Qué es un playgroup? Es un espacio de juego al que los peques pueden acudir con sus familias, en el que están acompañados por un profesional de infantil que propone actividades de estimulación. La única diferencia con un "grupo de juego" es que aquí el acompañante habla siempre en inglés, aprovechando así la oportunidad de tener un primer contacto con una lengua extranjera. Todo transcurrirá de forma lúdica y muy respetuosa, invitando a participar pero sin forzar, permitiendo a cada peque su tiempo y espacio de adaptación, ofreciendo un espacio sin peligros para que pueda explorarlo libremente.

Es un proyecto, y como tal, es flexible, y más teniendo en cuenta que estamos en infantil, y hay que adaptarse a las necesidades de los peques; ellos son los maestros, los que darán forma al proyecto final, el cual espero poder poner en marcha en menos de un año... ¿septiembre de 2016? Tal vez... Sin prisa pero sin pausa.

Os iré contando el progreso...

Por cierto, no olvidéis que ya podéis seguirnos en Facebook: La Casa Mapletrees.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Los conflictos son educativos

A algun@s, el título les sonará disparatado. ¿Un conflicto es educativo? Claro que sí, es el mejor momento para trabajar las relaciones sociales, para dialogar, debatir, razonar...

Si un día vamos a un parque, bastarán unos minutos para ver cómo reaccionan las familias de los peques cuando tienen un conflicto: Un peque juega con la pala junto a otro que la mira con recelo y finalmente decide arrebatársela; se enfadan, lloran, y ... un adulto aparece y Chan! Fin del conflicto, con un "Fulanito, lo tenía él" el adulto resuelve el conflicto sin más y se vuelve a sentar a charlar, observar, leer o lo que fuera que estuviese haciendo.

Tampoco es difícil encontrar a dos peques forcejeando mientras miran a un adulto pidiendo auxilio, o el típico "me voy a chivar". ¿Qué nos enseñan estos ejemplos? Que no hemos enseñado a gestionar los conflictos, tendemos a resolverlos por ellos, de forma que nunca sabrán hacerlo por si mismos.



Se debe enseñar a resolver los conflictos desde que nacen, de la misma forma que se les enseña a comer solos, con paciencia, y con modelos. Importante destacar que debemos ser modelos, si queremos que los peques no quiten cosas a los amigos sin preguntar o sin pedirles permiso, no vayamos nosotros y les quitemos las cosas así, cosa que ocurre también frecuentemente y es incoherente ya que les estaríamos lanzando el mensaje de "tú tienes que pedir permiso para coger las cosas de otros, pero yo te las quito a ti cuando quiera y sin preguntarte". Algo que parece obvio, pero ocurre.

Y respecto a la paciencia, como en todo lo relacionado con los peques, debemos respetar sus ritmos, no podemos pedirles de un día a otro que no peguen, que no se quitan las cosas, etc. Cuanto antes se inicien esas acciones de respeto, mejor, no se debe esperar a que el niño muestre síntomas de no saber gestionar conflictos para comenzar a enseñarle a resolverlos.

Considero que la función de un adulto ante un conflicto, al igual que en cualquier otro proceso educativo, debe ser la de acompañar, estar presente para aportar seguridad y no intervenir de forma directa a no ser que sea necesario (casos de peligro real). Con tan solo una mirada, los peques saben qué hacer.

No es raro ver a un adulto que decide resolver un conflicto de forma autoritaria, cogiendo al "agresor" separándole del "agredido",o incluso sentándole en una silla o rincón a "pensar". ¿Qué sentido tiene ésto? Si se les sienta o separa, no sólo ha intervenido el adulto de forma que no van a actuar nunca los niños por sí mismos (aunque he visto casos de niños que se auto-castigan y se sientan con tan solo mirarles) sino que hemos emitido un juicio de valor, castigando a uno y premiando a otro, cuando en un conflicto ambos son "culpables". "Dos no pelean si uno no quiere".



Por el contrario, si el adulto decide acompañar, sigue estos pasos:
- baja a la altura de los peques. Nunca se debe hablar a un niño estando de pie, es autoritario.
- les toca (el hombro, la espalda, la mano) haciéndoles sentir su presencia y escucha
- acerca a los implicados colocándoles frente a frente. Con el adulto entre medias pero en otra línea, creando un triángulo.
- les invita a mirarse, a observar el estado de ánimo. Está triste, está llorando, está enfadado, está asustado, etc. Poner nombre a las emociones que han creado el conflicto y que han surgido de él.
- les pregunta qué a ocurrido. Se les pregunta a todos y no se juzga, simplemente se les invita a expresarse, que escuchen y sean escuchados. Un conflicto no surge "porque sí", conocer el origen hará que puedan preverlo en otras ocasiones y, por tanto, evitarlo. Muchas veces, el conflicto se ha debido a no saber escuchar (verbal o físicamente), por lo que una vez se escuchan se resuelve el conflicto, si no ocurre se procede al último paso.
 - les invita a resolver el conflicto de forma armónica. Al principio, el adulto será el que tenga que proponer ya que desconocen cómo hacerlo, pero poco a poco los peques van aprendiendo.

El adulto acompaña, ayudando al pequeño a identificar y expresar sus emociones así como a encontrar el origen y la resolución del conflicto.


Primero buscarán al adulto con la mirada, pero no como alguien que resolverá el conflicto (lo cual implica tomar partido y que entren los juicios) sino como alguien que les acompañará si necesitan ayuda, pero no lo resolverá.

El típico conflicto de pelearse por un juguete, puede resolverse fácilmente recordando los límites (a uno mismo, a otro, al entorno). Si arrebatan un juguete sin permiso, rompen el límite del respeto a otro.
Para resolver éste conflicto, podemos darles dos herramientas, dependiendo del nivel de maduración :
- pedir las cosas verbalmente (por favor).
- poner la mano para que les entreguen el objeto.
Es importante hacerles ver que aunque pidan las cosas correctamente, sin arrebatarlas, la otra persona tiene derecho a no entregar el juguete, derecho a no compartir (uno de los derechos que más suele costar asumir) decisión que se debe respetar.

¿Me lo das/prestas?

sábado, 5 de septiembre de 2015

"Libre" no es "sin límites"

Una de las imágenes que suelen aparecer en la mente de las personas que escuchan hablar por primera vez de una escuela libre es una escuela con niños salvajes, asilvestrados, sin ninguna norma, es decir sin límites y sin respeto.

Eso no es nada real, aunque los espacios con limites (físicos y morales) ... son demasiados, y por supuesto innecesarios.


En una escuela libre, hay límites, son límites claros y con sentido. Fuera de ellos, si surge algún conflicto, suele añadirse una norma específica para un momento o una situación concreta, no sin antes llegar a un consenso por parte de todos los afectados (vía asamblea democrática).

Los límites básicos, que aparecen en todas (o casi todas) las escuelas libres son tres, y están basados en el respeto.

- Respeto a uno mismo: Los individuos de un entorno educativo deben sentirse libres de expresar su pensamiento y expresarlo como, cuando, donde y con quien deseen, sin sentirse influenciados por otros. Además, el ser humano debe velar por su integridad física, mental y emocional, alejándose de seres o espacios peligrosos.

- Respeto al otro: De la misma forma que nos debemos proteger individualmente, también se debe evitar a toda costa dañar la integridad (física, mental y emocional) de otros. No se intervendrá en el juego o actividad de otro sin permiso de éste, y se respetará que alguien no quiera compartir (Si obligamos a compartir, nunca sabrá qué es el placer de compartir) "Si un niño no es respetado, no respetará"

- Respeto al entorno: El espacio y los materiales deben ofrecerse cuidados y ordenados para que inciten a que quien los use los cuide y ordene. Desde que nacen, se les inculca que las cosas tienen un valor y que no podemos romper los elementos del entorno. Los materiales deben dejarse siempre en el mismo lugar que se encontraron y en las mismas condiciones. Además, se cuidarán y respetarán los otros seres vivos: plantas y animales.

Son sencillos, pero son verdaderamente los únicos que deberían existir para garantizar una convivencia armónica ya que engloban los requisitos básicos para contar con un espacio respetuoso y libre.

Cumpliendo esas tres normas generales, los peques son libres de usar el material que, cuando, donde y con quien deseen, así como el espacio. Eso es la libertad de una escuela libre. Libertad de expresión, respeto por el ritmo y las necesidades de cada niñ@.

Dentro de el respeto hacia los demás surge el tema de la resolución de conflictos, un tema tan amplio y enriquecedor que prefiero comentarlo en otra entrada.

Por último, surge el miedo de las familias, el temor a que se lesionen físicamente, a que no aprendan suficiente, no se nutran bien, etc. Son todos los "y si..." que también merecen una entrada.

viernes, 7 de agosto de 2015

Proyectos actuales

¿Existen lugares donde se lleven a cabo metodologías libres/activas/en la naturaleza ?
Sí, rotundamente sí. Son poquitas, pero van creciendo.


El número y años de experiencia es más elevado fuera de España.

Dos de los grandes referentes de escuelas democráticas son Sudbury Valley School, en EEUU, y Summerhill School, en Ingleterra. Ambas tienen un largo recorrido educativo, funcionando desde 1968 y 1921 respectivamente, lo cual les permite demostrar el éxito del sistema implantado.

En Alemania, las escuelas infantiles al aire libre se llaman “Waldkindergarten” (“escuela infantil del bosque”) y se dirigen a niños y niñas del 2º ciclo de infantil (3 – 6 años). La primera escuela infantil al aire libre se fundó en 1968 en Wiesbaden y el primer Waldkindergarten que se concertó fue homologado en 1993. Existe una metodología y legislación muy bien desarrollada al respecto.


En Suecia hay unas 220 escuelas "alternativas" entre públicas y privadas.  Se llaman “I Ur och Skur” (“vamos fuera llueva o haga sol”) la primera escuela infantil al aire libre nació en 1984. La aceptación ha sido tan alta, que hoy en día existen 15 colegios de educación primaria al aire libre.
Y en Finlandia, también, allí dicen "no hay mal tiempo sino mala equipo" con lo que no justifican el mal tiempo como excusa para encerrarse en las aulas. Desde bien pequeños, cada niño carga una pequeña mochila con sus útiles de jardinería y de exploración junto al bocata y camina hacia una zona natural cercana donde observa los animales a la vez que desarrolla su coordinación y control motriz. 

Ya en España, encontramos: escuela Paideia, una escuela democrática; escuela libre Micael; ambiente educativo Ojo de agua; Bosquescuela; grupo de juego en naturaleza Saltamontes; escuela libre Madrid sur; asociación El Jardín de Momo; asociación socio-educativa La Cantonera; y muchas más que podéis consultar aquí. El número de proyectos reconocidos como escuelas oficiales es muy reducido, pero poco a poco se van buscando formas de regular y reconocer de forma estatal la actividad llevada a cabo en estos entornos.

lunes, 20 de julio de 2015

Estilos educativos

La educación se puede centrar en dos pilares básicos: el afecto y la exigencia. Dependiendo de cómo combinemos esto, obtendremos distintos estilos educativos: autoritario, democrático, permisivo o protector. A continuación podéis ver un cuadro comparativo con las distintas combinaciones y estilos educativos que surgen de ellas.


No debería ser partidaria de uno de ellos, simplemente exponer y ser objetiva, pero en este caso considero que es importante expresar cuál es mi estilo educativo a perseguir, el democrático.
Un estilo autoritario lleva a los pequeños a actuar desde el miedo, sin comprender realmente porqué debe actuar como actúa. Un estilo permisivo podría ser considerado apto por la autonomía de los peques, pero el afecto es un pilar imprescindible, debemos mostrarles en todo momento que están acompañados y les apoyamos para que se sientan seguros, además, debemos educarles para vivir en sociedad, haciéndoles ver que no pueden ser del todo libres. Un estilo sobreprotector anula la autonomía de los peques, haciéndoles inseguros e invitándoles a no esforzarse. Por último, el estilo democrático, aquel que debemos defender no sólo en el ámbito educativo o familiar, sino en el social, escuchar y ser escuchado, dialogar, razonar, y fomentar la autonomía, sin duda, mi estilo a seguir.

Es importante destacar que no somos máquinas, y por tanto, por mucho que nos queramos centrar en un estilo, habrá situaciones puntuales que nos harán cambiar el "chip" y utilizar otro estilo. Siempre que seamos conscientes del estilo que llevamos y los efectos que tiene o tendrá sobre los peques, seremos capaces de escoger aquel más "acertado" según nuestra visión educativa y la situación.

Y como defensora de las inteligencias múltiples, para los que tenéis mayor inteligencia visual-espacial, os dejo un vídeo muy entretenido en el que muestran con ejemplos claros los distintos estilos. Disfrutad y... ¡a educar!


viernes, 17 de julio de 2015

El chupete

El chupete, ese objeto sobre el que muchas familias reflexionarán ante la llegada de un bebé. Unas son partidarias y otras no, cada una con sus razones, unas científicas y otras más bien experiencias personales, pero ahí están, con sus ideas claras hasta que... nace, y según van descubriendo al nuevo miembro de la familia se van adaptando a sus necesidades. Porque, por mucho que se piensen las cosas antes de la llegada del pequeño, no será hasta estar con él cuando se forjen las ideas educativas.

Al igual que en otras entradas, voy a tratar de ser objetiva, mostrar los pros y contras del uso del chupete y dejaros la información para que cada uno sea libre de decidir qué ofrecer a su pequeño.

Los detractores del uso del chupete alegan que:
- Pueden confundirlo con el pezón y ello derivará a que luego mamen mal. Por esta razón, la OMS recomienda no introducir el chupe hasta que esté bien asentada la lactancia. La succión del pezón implica la boca abierta, mientras que la del chupe implica la boca cerrada. Si se ofrece el chupe cuando lo que demanda es una toma podremos confundirlo, y la próxima vez que tenga que mamar succione como un chupe, es decir, mal.
- El chupe hace que traguen aire. Podemos comparar un chupete con el efecto de un chicle en el adulto, abrir la boca a ratos les hará dar pequeñas bocanadas de aire, las cuales si son prolongadas en el tiempo les darán gases.
- Crea un fuerte apego y dependencia. Es habitual ver familias que ofrecen el chupe en el minuto cero de la demanda, sin antes probar otros medios de consuelo, ésto puede hacer que los peques no aprendan a regularse solos o a buscar otras medidas para calmarse, creándoles dependencia, con su consecuente ansiedad si no pueden disponer de él en cuanto lo necesitan.
- Los dientes se deforman. La organización de odontología pediátrica afirma que el uso del chupete no causa malformaciones irreversibles en la dentición hasta los 3 años, más tarde sí. Lo único que no debe permitirse según ésta organización es impregnar el chupete en productos dulces. ya que desarrollará la caries.
- Reduce el habla. Al tener la boca tapada, muchos optan por expresarse mediante gestos antes que quitarse el chupe para hablar, o hablan con el chupe puesto y pronuncian mal.

Por otro lado, los defensores del chupete alegan que:
- Hay estudios que relacionan su uso con la reducción del riesgo de muerte súbita del lactante. Aún están estudiándolo ya que no es claro, se ha llegado a confirmar que es cierto pero que a su vez puede incrementar el riesgo si el bebé suele usarlo y un día no lo usa.
- Alivia los cólicos del lactante y la dentición. Es cierto, pero no debemos olvidar que existen otros medios para ello: masajes o infusiones para los cólicos, y mordedores para la dentición.
- Se puede usar como objeto de transición cuando la madre no está presente, ya que les relaja y les recuerda a la lactancia. Las mantas de apego con el olor de la madre también son un objeto a tener en cuenta para esos momentos en los que demandan a su madre pero no es posible.
- Es mejor que el dedo. Los peques que se succionan el dedo, por norma general, se deforman el paladar, ya que el dedo es más rígido y ofrece más presión que la de un chupete. Por tanto, si el peque tiende a meterse el dedo, es importante distraerlo para que no se convierta en costumbre, el chupe, es una opción ante muchas otras.
- Si no mama, el chupe lo estimulará. El chupete despierta el reflejo de succión, por tanto, muchas matronas recomiendan estimularle con un chupe si no mama correctamente.

Y tras estos listados, simplemente apuntar, que si se opta por usar chupe, no sirve con tener uno, ya que se perderán, estropearán, mancharán... Hay muchos modelos, habrá que probar cuál le gusta más. Y ante todo, conociendo los pros y contras, tratar de tener claro desde el primer día cómo y cuándo se va a ofrecer: sueño, rabietas, a demanda, siempre...


Si se opta por chupete, también habrá que decidir cómo se abandonará. Algunos optan por un cambio radical (se pierde en algún sitio y no hay más, o se envía a los Reyes Magos o al Ratoncito Pérez o a un cole de bebés), otros van retirándolo poco a poco, reduciendo su uso, y otros esperan a que el pequeño lo deje por sí mismo, teniendo en cuenta que debería ser antes de los 3 años. Para ayudar en este proceso, existen bastantes cuentos infantiles en los que los personajes abandonan su chupe, uno de mis prefes es "El chupete de Gina"



Y esto es todo, espero no os dé muchos quebraderos de cabeza el "tete", pero ante todo, hay que tratar de ser firmes con nuestras decisiones. Bueno, más que firmes, seguros, seguros de que lo que hacemos es por y para el el bien de los chiquitajos. :-D


lunes, 13 de julio de 2015

La escuela no es una cafetería

La frase que da nombre a esta entrada pertenece a una de las personas a las que admiro, María del Mar Romera, educadora, maestra, psicopedagoga, escritora, madre, ... una gran defensora de los intereses de los "nanos" (como ella dice). Os recomiendo busquéis algunas de sus charlas en YouTube y os empapéis de sus maravillosas ideas.

Y es que... la escuela no es una cafetería, no es un lugar al que van cuando y porque lo necesitan, reciben un servicio y luego lo abandonan sin preocuparse nunca más por los que van detrás; o, al menos, no debería ser así.

Me gustaría tomar un tiempo para reflexionar sobre algunas preguntas, muchas son generalidades, me encantaría que no fuese cierto para la mayoría, pero creo que no me equivoco si digo que muchos ciudadanos actúan así.


¿Porqué sólo nos preocupamos por el centro educativo en el que estamos y cuando estamos en él? ¿Porqué sólo participan en el centro los que están en él y no se abre a cualquier ciudadano? ¿Porqué la educación es del maestro, acaso el ganadero, que no tiene hijos ni estudios no podrá enseñar? ¿Porqué suelen seguir en el mismo centro durante todos los cursos? ¿Porqué todas las aulas son iguales y todas las lecciones tienen que ser en ellas? ¿Porqué luchamos por mejorar la educación sólo de los familiares y al pasar de curso olvidamos el anterior?


¿Qué he reflexionado yo sobre ésto? 
Lo primero, la educación es de todos todo el tiempo, cualquier persona debe involucrarse en la educación de todos los ciudadanos, no sólo de sus familiares directos. La educación tiene lugar en todo momento y todo lugar, no sólo en la escuela y durante el horario lectivo. Debemos pensar como una tribu, pensar todos en el bien común, sentirnos responsables de la educación de todos los ciudadanos. Desgraciadamente, hoy en día, si una persona ajena "osa" a corregir a otra, seguramente ésta se enfadará y considerará que se están metiendo donde no le llaman; y "peor" aún si corregimos a alguien delante de quien se considera su educador o referente, el cual probablemente nos lanzaría una mirada desafiante. ¿Porqué no trabajamos de forma conjunta en vez de enfrentarnos y considerar que otros entran en nuestra zona de actuación? Trabajemos juntos y trabajemos para todos. Si un año los familiares se dedican a decorar el aula de sus peques ¿porqué al año siguiente decoran otro aula en vez de seguir en la que ya estaban?¿porqué tienen que decorarla si los familiares del curso pasado ya la decoraron? Creo que tenemos un sentimiento muy egoísta en relación a quién educa a cada uno, no debemos olvidarnos del centro cuando los peques salen de él, porque en el centro seguirá habiendo pequeños ciudadanos que forman parte de la sociedad y merecen la misma atención.

Si queremos cambiar la sociedad debemos concienciarnos de que la educación de todos es responsabilidad de todos, con ello conseguiremos una sociedad más unida y caminando de forma conjunta, no enfrentándose compitiendo por "ser más que".



Comencemos a preocuparnos por la formación de todos, tengamos hijos o no, estén en el centro o no, en esa clase o no. Si un centro busca gente para decorar su patio, acudamos, colaboremos con los vecinos, porque lo que les demos hoy nos lo darán mañana. Si tenemos una granja, vamos a ofrecer a otros centros que vengan a verla, no sólo al de nuestros familiares. Debemos cuidar y educar a todos los ciudadanos. Si enseñamos a los peques que no hay que ayudar siempre con un fin, sino por un sentimiento de satisfacción, de sentirse parte y partícipe de la sociedad, entonces tendremos una gran sociedad unida. Dejemos de sentir que invadimos un espacio ajeno si corregimos a un peque que tira un papel al suelo o que da un tirón de pelos, todos los peques son responsabilidad de todos, busquemos el bien común y un futuro ideal.


Soñemos, sí, seguramente suene utópico, pero... si puedes pensarlo, puedes hacerlo. Poquito a poco, pasito a paso, una sociedad participativa va siendo posible. ¡Ánimo!

viernes, 12 de junio de 2015

Me gustan los patios así

La naturaleza, desde mi punto de vista, es el espacio educativo ideal en el que los niños exploran, descubren y crecen. Cuando salen al campo, los niños se sienten libres, corren, imitan y juegan sin temor a ser juzgados.


No todo el espacio exterior es naturaleza, un patio al aire libre, en el que los peques disfruten del viento, de la lluvia, del sol, de un arenero,del césped,de un huerto, etc. , es un espacio preparado, ha intervenido un ser humano al delimitarlo, separar por zonas, introducir material no natural, y mil factores más.

Los centros tradicionales, por razones logísticas, educativas, o desconocimiento pedagógico, suelen contar con espacios al aire libre, algunos más "preparados" (referido a tamaño y recursos) que otros, Esto, un espacio al aire libre pero no natural no es "malo" sino incompleto. Creo que una zona de aire libre/patio debe tratar de emular un ambiente natural, en el que tengan acceso a elementos como: árboles, tierra, césped, agua, insectos, etc.

Desgraciadamente, lo que encuentran los peques en el exterior de la escuela suele ser una explanada de cemento con un par de columpios de plástico, y, si hay suerte, incluirán suelo blando, un arenero, y un huerto, aunque suele estar vallado. En otros casos, ni hay una zona al aire libre! Suena chocante, pero es cierto, hay escuelas en las que el patio es la sala que usan para psicomotricidad o una piscina de bolas...increíble pero cierto. Podéis ver aquí algunos ejemplos:
Suelo de cemento
Patio interior. No como alternativa al exterior sino único.
Césped artificial y plantas artificiales.

Y como los extremos no son buenos, ¿porqué no ofrecer los dos "tipos" de zona al aire libre/patio?

Si no disponemos de una zona natural pura, podemos ofrecer una zona que emule la naturaleza con los elementos mencionados antes:

- Árboles: Si es posible, de diferentes alturas, olores, flores, frutos, etc. Para ver el paso del tiempo, escalarlos, abrazarlos, colgar columpios, etc.


- Tierra: Para excavar, enterrar y desenterrar, cultivar, y que cuando llueva puedan jugar a hacer barro, a chapotear, a hacer riachuelos, a hacer castillos, y todo lo que la imaginación de un peque puede dar.

- Agua: Un riachuelo sería estupendo, para ver la corriente, jugar a echar carreras de barcos, saltarlo, salpicarse y salpicar, lavar, y taaantas cosas. Si no hay riachuelo, pues un lago en el que puedan observar algún animal. Y si ninguna de éstas opciones es viable, una fuente, a su altura, claro está.






Y por otro lado, una zona de juegos estructurados con:

- Suelo blando: En el que saltar, rodar, y caer sin peligro

- Columpios: Si disponen de árboles, preferirán subirse a ellos, y podremos colgar columpios de ruedas de ellos, pero también podemos ofrecerles una estructura (si es de madera mejor que de plástico) con espalderas, tobogán y columpios.






- Zona de cemento: Para juegos que necesiten un suelo rígido como un circuito de chapas, o para colocar juegos en el exterior (una cocinita, un tendedero, o una estantería en la que variarán los juguetes) En algunos centros tienen patios con juegos dibujados en el suelo: la rayuela, laberintos, el twister, las tres en raya. Aquí tenéis algunos ejemplos.





- Casitas: Los peques aman esconderse a la vez que necesitan sentirse protegidos en un espacio propio, por ello, debemos ofrecer lugares en los que esconderse, en los que crear "casitas". Los árboles son espacios naturales tras los que esconderse, pero podemos ofrecer también telas con las que construyan sus propias tiendas de campaña. En algunos centros los patios disponen de casitas, de plástico, que son mejor que nada, pero no permiten un juego tan imaginativo ni un uso polivalente como unas telas.




¿Qué os parece? ¿Se os ocurre algún espacio más?

lunes, 25 de mayo de 2015

Lengua de signos para bebés oyentes

¿ Cuántas veces habremos escuchado un ¿pero qué te pasa? dirigido a un peque que llora desconsolado o está enfadado por una rabieta?

Los bebés controlan sus manos mucho antes de que su sistema fonador esté listo para emitir palabras. Entonces ¿porqué no reforzar su habilidad en vez de esperar a que pueda usar palabras?


Los bebés utilizan sus manos de forma innata para comunicarse, aprenden gestos de los adultos: señalar, mover la mano para decir hola y adiós, tirar un beso, aplaudir, levantar los brazos para cogerles... Señalar es el recurso más utilizado, pero ¿y si lo que queremos decir no es físico o no está presente en el momento? Cuando no tienen una necesidad cubierta (hambre, sueño, dolor, miedo, frío, etc) si no hay expresión oral ni se les ha enseñado un gesto, recurren al llanto, a los gritos, a las rabietas. Se crea tensión por parte del pequeño y del adulto porque uno no se siente entendido y se frustra y el otro no consigue descifrar el problema y se estresa.

La lengua de signos permite una comunicación bebé-adulto y adulto-bebé. Muchas palabras que utilizamos pueden ser complicadas, pero si las acompañamos de un gesto, dispondrán de dos apoyos, auditivo y visual para entender el mensaje.

En la lengua de signos (LS) que se utiliza para bebés, simplemente se acompañan las palabras clave de un mensaje con sus gestos, no es una conversación real en LS como la que utilizaría una persona sorda o muda.

Un peque haciendo la seña de "Más"

Ya en 1989, Susan Goodwyn y Linda Acredolo demostraron las ventajas de utilizar LS con bebés oyentes, y la tendencia ha ido extendiéndose. En muchas escuelas de EE.UU. se enseña LS desde hace un tiempo y han comprobado que el nivel de comprensión es mayor, la riqueza de vocabulario es más amplia, y las rabietas son menores ya que son capaces de contar lo que les ocurre. Otra de las ventajas de la LS es que puede ayudarles con la adquisición de otros idiomas, ya que el gesto será el mismo pero el refuerzo auditivo será diferente, ayudándoles así a ver que una misma palabra puede tener dos nombres.




En España, la LS está empezando a emerger, pero aún estamos muy rezagados. Muchas familias tienen miedo de que si los peques aprenden LS luego no quieran desarrollar el lenguaje hablado cuando su sistema esté listo; pero nada más lejos que eso, se ha comprobado que los niños que aprenden LS una vez tiene el sistema fonador listo, emiten muchas más palabras, porque entienden su significado y saben cómo usarlas.


La LS es la solución a las rabietas, a esos ¿Pero qué te pasa, qué quieres? Crea un vínculo emocional mayor, un ambiente más tranquilo al saber que hay comprensión.
Pero estas no son todas las ventajas, hay una más a destacar, la LS estimula la psicomotricidad fina, el control de los dedos, y la coordinación espacial y visual.

Enseñar LS no deja de ser un aprendizaje, por ello, debe tenserse en cuanta la metodología de aprendizaje. Algunos mantienen que lo mejor es enseñarles 5 signos a la semana o al mes, dependiendo de la edad. Yo, creo que como todo aprendizaje, debe ser natural, usar la LS como algo que acompaña a la lengua oral, no una "clase", usarlo en la conversación diaria, al cantar, al contar un cuento...

Si queréis más información sobre la lengua de signos para bebés oyentes, hay dos empresas que destacan ahora, cada una tiene un enfoque, pero el contenido es similar. Dan cursos presenciales y online y disponen de recursos gratuitos y muy útiles en sus webs.
http://www.cincodeditos.com/
http://otanana.com/

También podéis buscar vídeos de YouTube en los que se ve cómo peques de menos de dos años signan con absoluta fluidez y coherencia, sin duda, una maravilla. Aquí tenéis un ejemplo, es en inglés pero se puede ver que se expresa con naturalidad.

Y ahora... ¡a signar a los peques!



sábado, 23 de mayo de 2015

Fichas ¿educativas?

Me gustaría que dedicaseis unos segundos a observar y reflexionar acerca de éstas imágenes que muestran la adquisición de un conocimiento en distintas situaciones de aprendizaje.




Supongo que no habréis tardado mucho en ver que lo que se trabaja en la ficha también se está trabajando con otros juegos. Las diferencias parecen bastante claras, pero me gustaría citarlas para ser más conscientes.

Una ficha trabaja siempre en el mismo soporte, papel, estimulando siempre un único sentido, la vista, y "forzando" a los peques a trabajar con cosas abstractas. Si ,por el contrario, les permitimos que la actividad sea manipulativa, que puedan tocar y experimentar, sentirlo y vivenciarlo, el aprendizaje será más rápido y motivador. Los peques necesitan de todos sus sentidos para aprender, pero especialmente del tacto. Las fichas son abstractas y no les será fácil relacionar lo "aprendido" en la ficha con un problema que pueda surgir en actividad manipulativa.

A las familias de los centros que trabajan con fichas , me consta que algunos hasta en bebés las utilizan, reciben a final del trimestre o del curso todos los "trabajos" del peque con mucha ilusión por todo lo que "han aprendido". Es posible que esos peques hayan aprendido, no lo descarto, pero no creo que ese aprendizaje lo hayan adquirido voluntariamente y por tanto, no será significativo, lo cual hará que con el tiempo se olvide. 

Pero tampoco considero que deba darse un NO rotundo a las fichas, las fichas son un recurso más, es un recurso que puede utilizarse junto a otros, para trabajar los contenidos de formas diferentes o trabajar en un espacio más abstracto. Mi NO es rotundo a las fichas diarias, las fichas que hacen todos a la vez, de la misma forma, y sin atender a los ritmos de aprendizaje ni los intereses de los peques. Si se va a usar una ficha, que sea porque vemos que puede interesarle al peque, porque vemos que puede ayudarle a comprender mejor, porque vemos que es útil, no por pasar el rato o por entregan un "precioso" libro de fichas a las familias.

Las editoriales de estos libros de fichas, diseñan, como es lógico, un único libro, un libro que según sus editores es el adecuado para todos los peques. Ellos deciden cuales son sus necesidades, sus intereses, y los conocimientos que deben adquirir. Por ejemplo, un peque que vive en la ciudad verá la misma ficha de animales que el que viva en el campo, para uno será interesante pero para otro será algo nada atractivo ya que es su día a día. Y yo, pues no creo en ello, creo en la individualidad de cada uno en el respeto por el ritmo y los intereses de cada uno.

Cuando un centro utiliza fichas, el educador decide cuál, cuándo, dónde y cómo se hace, lo cual es completamente opuesto a ese respeto a cada uno que acabo de citar. Si en un espacio de educación libre se dejasen cuadernos de fichas a disposición de los peques, seguramente pocos se acercarían ya que preferirían actividades más manipulativas, y en caso de acercarse, sí que tengo por seguro que no realizarían la ficha de forma "correcta". Seguramente un peque con una ficha delante, al igual que con otro recurso, tenga una creatividad rebosante y miles de ideas para realizarla, pero dudo que su creatividad le lleve a hacer un trazo fino y ordenado antes que un garabato. 

Con las fichas, no sólo se fuerza el aprendizaje, lo cual puede llevar a que se trabajen cosas demasiado complejas para que las entiendan, también se frena su creatividad, se les "enseña" a ser iguales, a dejar de ser ellos mismos.



Yo creo en el entorno como agente educativo, un entorno preparado por educadores que observan las necesidades de los peques y ofrecen recursos para despertar su curiosidad. Creo en un espacio en el que cada niño sea libre de aprender lo que le interese cuando le interese y como le interese, porque descubriéndolo por sí mismos ese aprendizaje no se olvidará jamás. Los peque son curiosos y creativos por naturaleza, no hagamos que pierdan esos dones sentándolos a hacer una ficha.

Por un futuro sin fichas.

domingo, 3 de mayo de 2015

Hermanos

Si hay algo en lo que coinciden todas las familias, sin excepción, es afirmar que tener un peque es lo mejor que les ha pasado en su vida. Es un camino tan bonito como exigente, pero sin duda merece la pena y se pasa mucho más rápido de lo que se puede pensar. Son momentos únicos, que no volverán a pasar, de los que disfrutar cada segundo.
Por ello, no es de extrañar que muchas familias decidan "ir a por otro" y volver a vivir esos días, los cuales no serán iguales que con el primogénito, pero ya tendrán algunas pautas más claras y estarán más seguros, aunque..¡lo que funcionó con uno no tiene porqué funcionar con el siguiente!


Un gran cambio para un mayor será un cambio enorme, gigante, para los chiquitines: cambiarse de casa, empezar el cole, quitar el pañal... y tener un bebé. La llegada de un nuevo miembro afecta a los mayores y ,en mayor medida, a los peques.  Como todo gran cambio, la llegada de un bebé debe ser cuidada, debe avisarse, explicar y preparar. En el caso de los hermanos, si no se hace, los celos, los retrasos madurativos, las rabietas, etc, podrían tornar la gran noticia en algo no tan bonito como se imaginaba. Pero es sencillo, como en todo lo relacionado con la educación, sólo es necesario conocer al peque y sus necesidades, y seguir algunas pautas clave.

Plantearse cuándo es el mejor momento para "ir a por otro" es lo primero a tener en cuenta. No será lo mismo tener un bebé y un peque de año y medio que tener un bebé y un peque de dos o tres años. Es importante conocer la fase de desarrollo en la que estará el peque cuando llegue el bebé, saber su nivel de autonomía y de madurez. Algunas familias prefieren tenerlos seguidos y otras esperan a que sea más autónomos. No es mejor ni una ni la otra, ambas posturas son respetables, pero madurativamente es cierto que si el bebé llega en un periodo crítico para el peque, serán complicados los procesos.

Algunos puntos a tener en cuenta de tres etapas en las que puede llegar un bebé:

- Cuando el peque tiene un año y medio. Aún no son autónomos, aunque pueden empezar a comer solos, seguirán necesitando que les cambien el pañal, que les bañen, que les vistan, y que les lleven en brazos o carrito en viajes largos. Tanto el bebé como el mayor tendrán unas rutinas poco flexibles y bastante diferentes, por lo que será algo más complicado de organizar: hora de cena, hora de ducha, hora de sueño, etc. A cambio, cuando sean un poquito más mayores apenas notarán diferencia de edad y seguramente jugarán juntos, y también será más fácil que coincidan en el mismo cole durante más años.

- Con dos-tres años comienza una fase "crítica" de muchos cambios, comienzan a ser conscientes de que no son bebés, se retira el pañal, el chupete, la cuna... Empiezan a ser bastante autónomos y les gusta ayudar y sentirse mayores, aunque siguen necesitando de la ayuda del adulto. Es la etapa de las rabietas, en las que la familia necesita de mucha paciencia, la cual es fácil de perder bajo el estrés de un bebé que también busca atención. Y por si fuese poco, si no se prepara bien, el peque puede llegar a creer que todos los cambios no son porque ya es mayor sino porque llega un bebé y no puede haber dos bebés, lo cual desencadena en los tan temidos, pero naturales, celos de hermanos. Es entonces cuando puede aparecer el síndrome del príncipe destronado, y el peque puede "desaprender" hitos que ya había conseguido.

- A partir de los tres años, el nivel de autonomía suele ser bastante alto, necesitando ayuda sólo para cosas puntuales. Además, las rabietas han desaparecido casi por completo y su capacidad para comprender que los demás tienen necesidades es más alta, aunque su egocentrismo continuará un par de años más. Aunque sus niveles de desarrollo serán bastante distintos, el mayor disfrutará jugando y colaborando en el cuidando del bebé, sintiéndose aún más mayor y volviéndose, generalmente, más responsable. No se debe olvidar que aunque sean mayores, siguen siendo niños y su "trabajo" es jugar, no debemos adelantar momentos nunca.


Entonces... ¿cómo preparar la llegada de un bebé? No hay fórmulas mágicas, lo que a un peque le puede funcionar, a otro no. También depende de la edad del peque. Pero ahí van algunas ideas:

Antes del nacimiento:
- Anunciar la llegada del bebé no antes de un mes, o dos. El tiempo es algo muy difícil de asimilar, y si les comunicamos que tendrá un hermanito en 9 meses se le hará muy larga la espera. Además, en los últimos meses la tripa de la mamá es bastante notable, por lo que será más fácil de explicar que dentro está el bebé, podrá notarlo, hablarle, etc.
- Enseñarles la ecografía del bebé. Gracias a los grandes avances, ahora tenemos la posibilidad de enseñar a los peques una ecografía 3D del hermanito que está por llegar, esto les ayudará a imaginarlo mejor que si simplemente les decimos que está en la tripa.
- Escoger el nombre del bebé. Algunas familias permiten que el peque escoja el nombre libremente, otras le dan varias opciones entre las que escoger, otras consultan su opinión aunque no sea definitiva, y otras prefieren que el peque no participe en esa fase. Todas las opciones igualmente válidas.
- Preparar la habitación del bebé. Participar en la decoración o diseño de la zona del bebé es otro momento clave. Pueden ser muebles nuevos o heredados del mayor, en cuyo caso no se deberá imponer tajantemente sino explicándoselo, para que no sienta que se lo arrebatan. Lo mismo ocurre con la habitación, se debe tener en cuenta si dormirán juntos, si el bebé irá a una habitación nueva o si será el mayor quien cambie. En caso de que sea el mayor el que va a cambiarse de habitación, debería realizarse un par de semanas antes de que llegue el bebé, tratando de no acumular cambios. Una actividad que suele gustarles es incorporar algo suyo en ese espacio para darles la bienvenida, un peluche, un dibujo, o cualquier cosa que deseen.
- Hablar sobre los cambios por venir con ejemplos. Contarles que van a tener un hermano y mostrarles ejemplos cercanos como: su amigo de la escuela que ha tenido un hermanito, o los primos, o el personaje de un cuento, o unos dibujos animados. Existen muchos cuentos para explicarles a los peques este gran cambio.

Es importante que se hable frecuentemente de lo que va a pasar, pero sin saturar, sin agobiarles todo el día hablando sobre el bebé.



Después del nacimiento:
- Permitirles que lo vean, lo toquen, lo cojan sentados y ,si es posible, en las rodillas de un adulto que sujete a ambos por detrás. Los niños saben que los bebés son delicados, no se debe tener miedo a que estén con el bebé, aunque siempre sebe hacerse con supervisión.
- Pedir a las visitas que saluden al mayor antes que al bebé. Los peques pueden mostrarse celosos al ver que las miradas besos y abrazos que antes eran para ellos ahora son para el bebé. Por ello, antes de mostrar al bebé es buena idea hacer sentir al mayor que sigue ahí y que no ha sido sustituido. Y si cogen al bebé, hablar y escuchar al mayor, prestándole atención.
- Invitarles a colaborar en el cuidado del bebé. Cuando son más mayores les gusta jugar a los bebés, por lo que "jugar" con uno de verdad seguro les parecerá divertido además de que les hará sentirse más mayores y se volverán más responsables. Se les pueden dar tareas sencillas como: coger los pañales y toallitas, llenar la bañera, dar la papilla, dar masajes, cantar, etc. Con estas tareas también se estrecharán los lazos entre los hermanos.



Y por último, un par de "errores" en los que es posible caer con la llegada de un bebé:
- Comparar a un bebé con el bebé que fue otro. No hay dos niños iguales, aunque se sigan unas pautas muy similares, no serán iguales porque las necesidades y circunstancias cambian.
- Pedirles que jueguen con el bebé o le cuiden aunque no quieran. Si les forzamos a ello dejarán de mostrar interés y no lo disfrutarán.
- "Engañarles" diciéndoles que el bebé jugará con ellos. Debemos ser realistas y explicarles que el bebé no sabe hacer cosas solo y que no jugará con ellos hasta que sea mayor.

viernes, 17 de abril de 2015

Videoteca educativa- documentales y charlas

Una pequeña colección de vídeos (documentales, pelis, charlas) que removieron algo en mi cabecilla...
Con éstos documentales, me di cuenta de que otra educación es posible, es real, existe aquí y ahora. Cada vez hay más iniciativas, cada vez hay más demanda por parte de las familias porque cada vez hay más familias que conocen la alternativa, y por ello cada vez hay más educadores con años de experiencia frustrada que se animan a dar el paso y abrir un centro.

Imagine elephants surge de la necesidad de conectar y entender la importancia del juego. Si comprendemos qué es jugar, por qué jugamos y todo lo que aporta el juego a las personas, propiciaremos más y mejores momentos de juego libre, con todo lo que esto conlleva. Una investigación con entrevistas a más de treinta profesionales del mundo de la educación, la infancia, la psicología, la pedagogía, etc...


La educación prohibida

Documental realizado por estudiantes que cuestiona las formas de educación moderna, así como también la manera de visibilizar experiencias educativas diferentes, no convencionales, que plantean la necesidad de un nuevo paradigma educativo.




Enséñame pero bonitoUn documental de 50 minutos sobre diferentes experiencias educativas alternativas al modelo tradicional de aprendizaje o como se diría coloquialmente, un documental sobre Escuelas Libres en España. Es una herramienta de difusión sobre este tipo de pedagogías que pretende abrir un debate acerca de los principales métodos de enseñanza actuales en nuestro país.


Cuando siento que sé. La versión Brasileña de Enséñame pero bonito. Documental de escuelas libres de Brasil.


Sir Ken Robinson. La escuela mata la creatividad. Un referente educativo.


María del Mar Romera La conocí en un congreso de AMEI. Es presidenta de la asociacion Francesco Tonucci. Me encantan sus ideas de cambio y sus cuentos con leyenda. Es maestra de todos los niveles educativos y además da charlas a familias y educadores. Ésta es la primera parte de uno de sus muchos vídeos.

Educar sin castigo ni recompensa, y con límites. Una de las webs que me gusta es la del Instituto de Comunicación no violenta. En ella hay muchos vídeos y artículos muy interesantes. Yo me quedo con éste, de Pilar de la Torre.



"Proyecto Arkano" trata los temas que más preocupan a los jóvenes. De la mano del rapero Arkano, seis chicos y chicas hablarán sin tapujos de machismo y feminismo, bullying, sexo, drogas, redes sociales, culto a la imagen, autoridad y futuro.



The land
Documental en inglés sobre el juego con "riesgo sano" No creo deje a nadie indiferente. No es necesario entender inglés, pues una imagen vale más que mil palabras. 




Criaturas.org 
Un documental donde diversas familias y profesionales vinculadxs con la infancia reflexionan sobre la transformación de nuestras sociedades y cuáles son las acciones que nos alejan o nos acercan hacia una evolución más saludable, instintiva y natural.



Iré añadiendo más poco a poco.