martes, 15 de agosto de 2017

Vacaciones



Querido trabajador, hoy comienzan tus vacaciones, tus más que merecidas vacaciones. Después de todo un año de trabajo diario, es momento de descansar y desconectar, de disfrutar de la familia y de los amigos.Recarga tus pilas para que a tu vuelta vengas con ganas, despejado y con ilusión, dando lo mejor de ti. Sabemos que tu rendimiento será el mejor a tu regreso, así que, disfruta.

Sólo te pido un par de cosas, a fin de que no olvides tus avances de este año y que tu vuelta no sea costosa: no olvides revisar el correo de empresa, atender un par de llamadas al día, escribir a los comerciales con frecuencia, releer los manuales de usuario de los nuevos dispositivos, continuar con tu rutina de sueño (evitando acostumbrarse a dormir lo que pida el cuerpo), y relacionarte con los compañeros de oficina. ¡Ah! y no olvides la importancia de la obligatoriedad de obedecer sin réplicas a cualquier orden o petición marcada por tus superiores, que estés de vacaciones no quita que sean posibles las negociaciones.

Son sólo un par de cosas, así que trata de sacar un rato cada día para no acumular las tareas en los últimos días de vacaciones. ¡Disfruta y descansa, que te lo has ganado!
Atentamente,
La dirección.



¿Aceptarías unas vacaciones bajo estas condiciones? ¿¡No!? Entonces, ¿¡porqué se aceptan o fuerzan acciones similares a esta cuando son dirigidas a niños!?

Creo, desde mi sencilla y humilde opinión, que igual que nos gusta desconectar a los adultos, que tenemos derecho a disfrutar plenamente de los días de vacaciones, deben disfrutar de sus días los peques.

Miles de jóvenes y peques, por imposición de la escuela o las familias, o ambos, deben realizar en vacaciones: cuadernos de cada asignatura, refuerzo de aquellas más costosas (a un cojo no le pondríamos a correr más para que mejore, ya que le dañaría más la lesión y le hundiría psicológicamente ¿no?) , lecturas, escritos,etc. Y por si esto no fuese suficiente, como norma general, no se les permite salir de rutinas, levantarse cuando se sienten descansados, y son inscritos a actividades pautadas por un "superior", a fin de que "no pierdan rutina".

Sin duda, los límites deben continuar, las vacaciones no deben ser la ciudad sin Ley, pero deben marcar un cambio significativo, donde reine la alegría, el descanso, los juegos en familia o los momentos a solas, con tiempo para divertirse pero también para aburrirse (porque aburrirse no es malo), la autorregulación donde nada dependa de nada ni nadie, donde realmente la vuelta a la rutina se coja con energía,  independientemente de lo que cueste volver a ella ¿o acaso no nos cuesta a los adultos dejar las vacaciones?

Aquí os dejo una pequeña recopilación de ideas para "deberes":



Si tú no admitirías esas condiciones durante tus vacaciones, no las fuerces a tu peque ni permitas que otros se las impongan.

Simplemente, os invito a reflexionar, a dar una vuelta de tuerca a las vacaciones infantiles y las vacaciones en familia...

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