Sí, rotundamente sí. Son poquitas, pero van creciendo.
El número y años de experiencia es más elevado fuera de España.
Dos de los grandes referentes de escuelas democráticas son Sudbury Valley School, en EEUU, y Summerhill School, en Ingleterra. Ambas tienen un largo recorrido educativo, funcionando desde 1968 y 1921 respectivamente, lo cual les permite demostrar el éxito del sistema implantado.
En Alemania, las escuelas infantiles al aire libre se llaman “Waldkindergarten” (“escuela infantil del bosque”) y se dirigen a niños y niñas del 2º ciclo de infantil (3 – 6 años). La primera escuela infantil al aire libre se fundó en 1968 en Wiesbaden y el primer Waldkindergarten que se concertó fue homologado en 1993. Existe una metodología y legislación muy bien desarrollada al respecto.
En Suecia hay unas 220 escuelas "alternativas" entre públicas y privadas. Se llaman “I Ur och Skur” (“vamos fuera llueva o haga sol”) la primera escuela infantil al aire libre nació en 1984. La aceptación ha sido tan alta, que hoy en día existen 15 colegios de educación primaria al aire libre.
Y en Finlandia, también, allí dicen "no hay mal tiempo sino mala equipo" con lo que no justifican el mal tiempo como excusa para encerrarse en las aulas. Desde bien pequeños, cada niño carga una pequeña mochila con sus útiles de jardinería y de exploración junto al bocata y camina hacia una zona natural cercana donde observa los animales a la vez que desarrolla su coordinación y control motriz.
Ya en España, encontramos: escuela Paideia, una escuela democrática; escuela libre Micael; ambiente educativo Ojo de agua; Bosquescuela; grupo de juego en naturaleza Saltamontes; escuela libre Madrid sur; asociación El Jardín de Momo; asociación socio-educativa La Cantonera; y muchas más que podéis consultar aquí. El número de proyectos reconocidos como escuelas oficiales es muy reducido, pero poco a poco se van buscando formas de regular y reconocer de forma estatal la actividad llevada a cabo en estos entornos.