lunes, 28 de diciembre de 2015

El juego

¿Qué es jugar? Si nos obligan a escribir los números del uno al diez, es una tarea, pero si contamos cuántos niños hay en cada equipo... estamos jugando con números ¿no?


Todos sabemos que los niños, tienen derecho a la educación, pero.. ¿Sabías que también tienen derecho a jugar? Sí, jugar es un derecho.


El juego es una actividad que casi todos asociamos a los niños ya que los adultos, generalmente, no juegan. (¿Por qué?) Pese a ello, los adultos tratan de llenar todos los momentos libres de los peques con actividades extra-escolares en las que entretenerles, al salir de sus coles, los niños deben jugar en libertad y explorar. Cualquier humano, con meses o 100 años, querrá jugar. No sólo los peques de infantil o primaria, los pre-adolescentes y adolescentes de secundaria también tienen esa necesidad, y lo mismo ocurre con los universitarios, adultos y mayores. Jugar es innato y es necesario para un desarrollo adecuado de cada ser, para dar rienda suelta a la curiosidad, los límites, la exploración interna y externa...

Un juego, para que sea fuente de aprendizaje, exploración, experimentación y descubrimiento, debe ser libre, espontáneo, y sin supervisión ni directrices externas.


Además, debemos tener en cuenta el tipo de material que formará parte del juego. Cuanto más elaborado sea el material, menos permitirá el desarrollo de la imaginación y uso del pensamiento divergente. Un muñeco será siempre un muñeco, mientras que una hoja de árbol podrá hacer las veces de avión, de bebé, de manta, de comida, de pelota o de barco, entre millones de opciones más. Y un coche será siempre un coche, pero un tronquito de madera puede ser un coche, una jabalina, una pieza con la que construir una casa o una torre, etc.


Por ello, se deben ofrecer materiales no estructurados, en los que cada uno interprete su uso como prefiera, pudiendo variar de un día para otro o incluso en unos segundos. Los materiales que encontramos en la naturaleza son ideales para desarrollar sus sentidos del tacto y olfato, conocer su entorno y desarrollar su imaginación y creatividad.

Así que os invito a jugar, a soñar, a crear y volver a la infancia, recuperar el instinto natural y disfrutar del enorme placer de jugar. Juega solo o acompañado, o simplemente observa a otros hacerlo y te invadirá una sensación increíble de calma y alegría. 

Para terminar, os dejo un vídeo muy interesante en el que expertos de la educación nos hablan sobre el juego y los juguetes en la infancia.