viernes, 29 de marzo de 2019

¿Saludos?


¿SALUDOS? Hoy queremos compartiros una reflexión de estos días.

Caminando por la calle vimos a un peque de 4 años sacando la lengua a otro, parecía un saludo, pero su mamá rápido dijo: ¡No hagas eso! ¡qué maleducado!


Entonces, pensamos: ¿Dónde aprenden esa conducta? ¿Por qué es habitual que peques de 3-6 años (y mayores) saquen la lengua?  No parece que en un primer momento sea "para molestar" pero parece que rápido cambia el significado cuando alguien se lo otorga: "es burla".


Estuvimos pensando un buen rato hasta que llegamos a la conclusión de que sacar la lengua es un saludo que se le suele hacer a bebés.


Nos pasa cuando vamos de excursión, especialmente las personas mayores, sacan la lengua para decirles hola. Es un gesto inofensivo peeeero, que no lo imiten porque serán maleducadxs. 
Entonces, pensamos ¿por qué se les saluda así? Todavía andamos buscando respuestas 



Por otro lado, queríamos aprovechar para compartiros otro saludo aparentemente "inofensivo" pero que solo se le hace a peques: tocarles la cabeza y/o revolverles el pelo. Se suele hacer hasta que alcanzan una altura superior a nuestra cadera, que entonces ya suelen agacharse a abrazar. .
El año pasado, la mamá de un peque de 4 años nos comentó cómo su hijo, con pelo muy rizado, parecía un imán para estos saludos, y a éste no le gustaba un pelo. Nadie pide permiso, simplemente, se hace, se toca, no se respeta. ¡¿Por qué?! 




Y por último, pellizcar los mofletes. Uno o ambos. Un saludo que suele relacionarse más con las personas mayores, y que seguro su intención (al igual que los demás saludos mencionados) no es ser irrespetuosos sino más bien lo contrario, ser amables, pero... ¿se lo harían a adultxs? Qué manías...




Y tú ¿cómo saludas a peques? ¿Habías parado a pensar sobre estos saludos alguna vez? ¿Se te ocurre algún otro habitual para peques que jamás lo harías con adultxs?
Nosotras siempre decimos: si no se lo harías, pedirías, o dirías a adultxs, no se lo hagas, pidas o digas a peques. "Sencillo" 

Por cierto, si no lo visteis en su momento, no os perdáis los videos de la campaña En sus zapatos. 

lunes, 25 de marzo de 2019

Jugar ¿Hasta cuándo?


¿Qué te llama la atención de esta imagen?

Hoy queremos hablaros sobre el juego, y no del juego en la infancia sino del juego en la vida.

Este fin de semana hemos conocido a los nuevos vecinos, con dos peques de 8- 9 años. ¿Y qué tiene que ver esto con el juego? 🙄 Pues que han estado todo el fin de semana jugando a "las familias", jugando a vestir, bañar y cuidar a sus muñecos; y ha sido maravilloso a la par que triste (desde la crítica a la escuela tradicional).
. ¿Por qué? Porque nos ha hecho pensar y volver a los libros de FP y magisterio para buscar: ETAPA DE JUEGO SIMBÓLICO. ¿Sabéis qué pone? De 2-6 años. Qué casualidad que coincida con el inicio de la escolarización... ¿Qué etapa surge tras esta? El JUEGO DE REGLAS Muy "curioso" ¿no?🤔
.
Es muy raro ver a peques de 8-9 años en un parque infantil, y casi imposible si tienen 12 o más... 😪 Pero juegan, juegan en sus casas, en los recreos, en los campamentos de verano... Siempre juegan (si les dejamos) y jugamos, pues es nuestro motor.
.
Pero parece que a partir de los 3-6 años se esconde, y lo que no se enseña parece que no existe. A partir de los 3-4 años, la sección de juguetes es: juegos de ingenio, juegos competitivos (sí, también hay cooperativos) y DIDÁCTICOS 🤯 Como si jugar no fuese didáctico en sí mismo... .
La sociedad lanza un mensaje adultocéntrico y colecentrista muy claro: jugar es cosa de pequeños.🤦🏻‍♀️
.
Como os conté hace tiempo, yo sigo en contacto con otras etapas, y cada semana veo jugar a jóvenes, pre-adolescentes, adolescentes y adultos. Y cuando juegan, investigan, se relacionan, se cuestionan, comparten, practican... Nosotras, este fin de semana, estuvimos en un Scape Room, y los juegos de mesa están muy presentes en nuestra vida. Y cuando estamos con peques, jugamos a las cocinitas, a los detectives, o lo que nos apetezca. Jugamos sin fin, porque no hay etapas.

¿Por qué la escuela y la sociedad arrebata/hace esconder esta realidad? 
Y tú ¿Juegas?😊

martes, 5 de marzo de 2019

¿Cómo entendemos el respeto?



Cada vez vemos más espacios, familias, y docentes, que se auto-definen como respetuosos. Y, al igual que hicimos hace un año con el post "NO SON INNOVADORES", hoy queremos exponer qué supone bajo nuestro punto de vista, ser respetuoso.



Es complicado encontrar una definición que abarque todos los aspectos que consideramos relevantes para definir qué es respetar, pero Laura Rojas-Marcos, doctora en psicología, se acerca bastante a nuestra forma de concebir qué es, y dice: "Respetar es reconocer y aceptar a otros, independientemente de si están de acuerdo o no con nosotros".

En nuestro espacio, consideramos que respetar implica actuar teniendo en cuenta las necesidades e intereses de quienes participan en la acción, velando por la seguridad física y psíquica. El respeto es verbal y corporal.

Cuando no aceptamos y reconocemos las necesidades e intereses de otras personas, pese a no compartirlos, no estamos respetando. 

Tal vez sea "sencillo" (re)conocer los intereses, pero ¿y las necesidades? ¿Qué necesidades tiene una persona? En la Asociación de CNV tienen un recopilatorio de necesidades, agrupadas en 8 grandes grupos: conexión, cercanía, sentido, autonomía, bienestar físico, celebración, paz, e integridad.


Es habitual ver que se realizan acciones (especialmente dirigidas a la infancia) que no solo no parten de un interés sino que tampoco lo hacen desde una necesidad. Entonces ¿están respetando? Para nosotras, la respuesta es clara, NO.

Cualquier persona debe ser respetada, y la infancia además cuenta con la Declaración de los Derechos del niño, sobre la que reflexionamos sobre su cumplimiento aquí. : atención al interés superior, libertad de expresión, juego, etc.

Pero volvamos a la idea principal. ¿Qué es respetar?

Pongamos un ejemplo: Quiere desayunar judías o comer a deshora. Se le niegan, alegando que "eso no es para desayunar" o "no son horas/ espera un rato que luego no comes". Alimentarse es una necesidad, no desayunar judías es un freno cultural, y al igual que tener unas horas pautadas, no implica ningún riesgo físico ni psíquico, por lo que negar el alimento no es respetuoso.

Por otro lado, hay situaciones en las que tener en cuenta sus necesidades e intereses iría contra nuestro respeto propio, y es en estos casos cuando debemos buscar acuerdos en los que ambas partes se sientan respetadas. Por ejemplo, cuando no queremos o no nos apetece comprar un juguete, escuchar una canción, leer un cuento, etc. 

También hay situaciones en las que no hay alternativa posible, es decir, puede que a la persona en cuestión no le interese o no sienta la necesidad pese a serlo; en estos casos, cuando realmente la acción se encuentra ligada a la integridad, a la seguridad física o psíquica, podemos actuar en contra de lo que esa persona nos comunique, pues sería en defensa de sus necesidades y su seguridad.

Me explico: Ir al dentista si tiene una caries. Puede que no quiera, que no sienta que es necesario, pero nuestra obligación es velar por las necesidades (bienestar físico). Por tanto, aunque no quieran, les llevaremos, pues su salud está en riesgo.


Es importante, en estos casos, al igual que en el anterior, reconocer el interés y/o necesidad de la persona, es decir, no es "no vas a hacer X y punto". En la crianza respetuosa, es importante saber que los "porque sí" "porque lo digo yo, "y punto", etc. no son válidos, sino que debemos expresar el porqué de nuestras decisiones, cuáles son las necesidades/intereses, comunicando desde las herramientas que nos brinda la comunicación no violenta, lejos de los juicios.

El respeto es uno de los pilares más importantes, por no decir el más importante, de cualquier sociedad, de las relaciones entre las personas. Cuando dejamos de lado los intereses y necesidades de otros, podemos hablar de faltar al respeto. Del mismo modo que debemos respetar a los demás, no debemos olvidarnos de respetarnos a nosotros mismos, algo que cada vez va siendo más habitual. 

No nos respetamos cuando hacemos algo que no nos apetece, cuando actuamos bajo la sumisión, la resignación o el temor. El respeto hacia uno mismo y hacia otro nace desde la libertad de expresión. Debemos ser modelos, referentes en los que puedan fijarse los peques, pues flaco favor hacemos cuando no les negamos nada (ya hablábamos el otro día de la necesidad de "explorar" la frustración) simplemente para atender las necesidades ajenas.

Es el caso de esas personas que se ven presionadas y/o chantajeadas por sus iguales o sus parientes; un chantaje se realiza teniendo en cuenta y manipulando los sentimientos de otra persona, por lo que implica una falta de respeto. 



Por eso, la palabra RESPETO, está muy presente en nuestro día a día. Pedimos que se respeten, que respeten a los demás (compis, acompañantes y familias), y que respeten el entorno; y somos modelos, velando por el respeto y pidiendo que nos respeten. Así, cuando nos piden algo que realmente no nos apetece, lo comunicamos, les hacemos ver que no pasa nada por decir NO, que cuando algo no nos gusta debemos decir NO, que debemos defender nuestras necesidades e intereses y velar por las de los demás. 


Integrar este modelo se trabaja desde la infancia, desde que ese bebé recién nacido llora y se le atiende, para más tarde girar la cabeza e indicar que no quiere más y no insistir, y después nos cuenta que prefiere comer judías para desayunar, y cuando crecen más que no les apetece salir al parque, etc. Porque así se cría un peque respetado, un peque que sabe decir NO, que conoce sus necesidades e intereses porque no se las impone antes un adulto.

Así que, recuerda, cada vez que algo o alguien se defina como respetuoso, piensa ¿realiza las acciones teniendo en cuenta las necesidades e intereses de quienes participan o impone la/s suya/s? 

Por desgracia, la mayoría de veces, son los adultos los que llevan la voz cantante y marcan qué necesita o le debe interesar a un peque de determinada edad... Es el caso de esos "trabajos por proyectos" tan atractivos (pero que no nacen de la necesidad ni interés de los peques), los peques hiper-estimulados, las fiestas infantiles para bebés, la ropa tan mona como incómoda, las actividades extraescolares,... ¿Surgen del la necesidad e interés del adulto, o del peque? En muchas ocasiones, surge del interés del adulto, ni siquiera es una necesidad, es decir, es un "capricho".


Es un capricho imponer que vistan de determinada manera, que acudan a determinados lugares, que aprendan determinadas cosas, que coman determinados alimentos, que jueguen con determinados juguetes, que se junten con determinadas personas, que se levanten a determinadas horas...y así podríamos seguir un buen rato. Toda acción impuesta que no parta de la necesidad (en este contesto, del adulto), será un capricho, y por tanto no será respetuoso. 

Por otro lado, en ocasiones sí son necesidades, y en ese caso tampoco es respetuoso, pero no por ello debemos excusarnos sino pedir perdón y reconocer que no siempre será posible respetar a otro, siempre y cuando (como escribíamos al inicio) no implique cuestiones de seguridad física o psíquica, en cuyo caso siempre debemos respetar y hacernos respetar. 


Como siempre decimos: confiad y respetad, acompañad sin juzgar; tan sencillo, tan complejo.  


Para terminar, os dejamos un enlace a un vídeo en el que Laura Rojas-Marcos, doctora en psicología, expone su punto de vista sobre el respeto.