lunes, 11 de julio de 2016

Juegos de mesa

En el mercado podemos encontrar miles y miles de juguetes "educativos". Aún no he encontrado ningún material que sea no-educativo, ya que cualquier material permite explorar, manipular, aprender, descubrir, etc. 

Realmente se suelen categorizar como "educativos" aquellos juegos en los que "aprenden" un conocimiento recogido en el currículo: vocabulario, operaciones aritméticas, y demás. Pero, ¿acaso La Oca no implica contar, relacionar uno-uno, identificar la grafía de los números, estrategia,...? Sin duda un juego "simple" implica un montón de experiencias.

Y aunque preferimos los juegos pensados para el simple placer de jugar, no vamos a cerrar las puertas de nuestro estante a aquellos juegos puramente "educativos" como los típicos juegos de concursos y preguntas,  Por ello, en el espacio encontraréis juegos de todo tipo, ya que cualquier juego llevará un aprendizaje, pero esto no es lo que buscamos, el fin último de un juego debe ser siempre divertirse.

La gran parte de los juegos de mesa llevan implícitos conceptos lógico-matemáticos, y según las edades para las que estén diseñados, incluyen un mayor o menor grado de complejidad y estrategia. Existe una amplia gama de juegos, desde las cartas, las parejas, y el dominó hasta los juegos de tablero como el ajedrez o la oca. Y ahora aparecen nuevos tableros, en los que resolver enigmas, laberintos, o simplemente dejarse ir por el azar.

También han ido surgiendo juegos que implican lenguaje, como: Scrabble, Password, Pasapalabra, y los StoryCubes; y otros juegos enfocados en la creatividad y la expresión artística como: Cranium, Pictionary, Party, etc. Como decía al principio del post, hay muchas ofertas en el mercado, a gusto de todos. Y cómo no, aquellos juegos que son una pequeña representación de la "realidad", como el Monopoly o el Risk.

Y por si todo ésto no es suficiente razón para considerar que los juegos de mesa aportan una gran experiencia, debemos tener en cuenta que los juegos de mesa implican a más de una persona, lo cual los convierte en una herramienta de relación, tanto con sus iguales como otros. Los peques aprenden a seguir un orden, respetar turnos, y...  a perder o ,mejor dicho, gestionar la frustración al no ser los ganadores. 

Por último, indicar que muchos juegos de mesa pasan de generación en generación, convirtiéndolos en una relación intergeneracional. Si quieres venir a jugar con tu peque, ven al espacio y os recomendaremos los más adecuados a sus intereses y necesidades.


¡A jugar!

jueves, 16 de junio de 2016

Pies descalzos

Es muy frecuente que los peques, y no tan peques, quieran descalzarse. En Octopus no sólo se permite sino que se les invita a hacerlo, pues hay más de un estudio que nos demuestra los beneficios de éste hábito.


Ya sabemos que el primer año de los peques es básicamente sensorial, y sus pies no quedan atrás, con ellos perciben texturas y temperaturas de su entorno, por tanto, si los cubrimos estaríamos "anulando" una vía de recepción de estímulos. Como dato curioso e importante, debemos saber que la piel de los pies es más fina y sensible que la de las manos hasta los 8/9 meses, por tanto, un receptor muy potente de sensaciones.

A menudo, las familias defienden que no dejan a sus peques descalzos por miedo a que se resfríen, pero... ¿sabías que sus pies cuentan con una capa de grasa que les protege de ésto? Esta capa desaparece más adelante y por eso hay veces que a los adultos nos parece que el suelo está frío y a ellos no.

Además de éstas características, debemos tener en cuenta es la comodidad y flexibilidad que ofrecen los pies descalzos, la libertad de movimiento. Un zapato está pensado para caminar, ¿qué sentido tiene poner zapatos a los bebés? Y, si se arrastran o gatean, utilizan sus dedos para impulsarse, por lo que los calcetines tampoco deberían usarse ya que resbalan. Así que, pies descalzos 100%.

Otra de las razones para descalzarles es que cuanto más "desnudos" estén, mejor. Esto les permite conocer su cuerpo, ser conscientes del espacio que ocupan, y los movimientos de cada parte del cuerpo, lo cual incluye sus tobillos y dedos.


Pero si estas razones no parecen suficientes, aún hay más. Existen estudios que ha demostrado que el suelo de un espacio en el que se usan zapatos es "peligroso" para bebés. Aquí os dejo un extracto:

"La Universidad de Houston realizó una encuesta y encontró que el 39% de los zapatos contenía bacterias C. diff , también conocido como Clostridium difficile .
Esta bacteria es una amenaza pública y es resistente a muchos antibióticos. Los problemas que se pueden producir son la diarrea y la inflamación más grave del colon.
Otro estudio, esta vez en la Universidad de Arizona encontró nueve formas diferentes de bacterias que se encuentran en las suelas de los zapatos.
Para que podáis tener una idea, la suela de los zapatos está más sucia que los asientos de los inodoros. El Dr. Charles Gerba microbiólogo y profesor decidió hacer un experimento para ver hasta qué punto esto es serio.
El se compró unos zapatos nuevos, y los usó sólo durante dos semanas, después los expuso a estudio y encontró en ellos 440.000 unidades de las bacterias más peligrosas del mundo, entre los problemas que pueden provocar están: la neumonía, la infección respiratoria, etc…
El C.diff alcanza sólo cuatro de cada diez personas, pero hay muchos otros tipos de bacterias y tienen que ser evitados por nosotros.
Un piso del baño público, por ejemplo, contiene 2 millones de bacterias por pulgada cuadrada – lo que que evidentemente pasa después a estar en nuestra casa si no nos quitamos los zapatos.
Pero si tenemos niños pequeños en casa, que ponen las manitas en el suelo al gatear o jugar, el asunto se agrava más aún si cabe.
¡Para un bebé hasta 2 años, con el sistema inmune todavía en formación, esto es un verdadero peligro!
Ah, también hay que tener en cuenta que en la suela del zapato se puede acumular residuos químicos, gérmenes y patógenos."
Artículo completo en:http://naturalezabellezaysalud.com/medicos-recomiendan-no-usar-zapatos-interior-la-casa-nunca/
Así que... ¡A descalzarse!

viernes, 20 de mayo de 2016

Psicomotricidad fina

Comencemos con la misma pregunta que en posts anteriores: ¿qué es?
La psicomotricidad fina es la que engloba el movimiento preciso de los músculos. Mientras que mover un brazo es psicomotricidad gruesa, hacer "la pinza" es psicomotricidad fina. Cualquier movimiento, ya sea fino o grueso, implica la coordinación mano-ojo, por lo que desde los 2-4 meses ya se empieza a trabajar y los peques van haciendo cada vez movimientos más precisos.


Trabajar la psicomotricidad fina es imprescindible para el desarrollo de la escritura, pero también para abrochar botones o lazos, hacer pulseras, etc. Como en cualquier proceso, debemos ir de lo grande hacia lo pequeño, según van madurando, debemos ir ofreciendo materiales más pequeños para que puedan practicar los movimientos más precisos.


Por ejemplo, un bebé comenzará sujetando una pelota con ambas manos y luego con una sola. Más tarde podrá coger una cera gruesa con su puño y poco a poco conseguirá cogerla con dos dedos. Y finalmente será capaz de pasar hojas o enhebrar una aguja, contando con un control muy preciso del movimiento de sus dedos.


Otro músculo que requiere una buena motricidad es la lengua, para ello existen muchos juegos: trabalenguas, rimas, praxias, etc. Los ritmos y canciones también participan en esta tarea, y formarán parte de los momentos de encuentro en grupo. Con la práctica de estas actividades asentarán una base para una buena pronunciación.

Pero en este post no está dedicado a las etapas del la psicomotricidad fina sino a cómo se trabaja en Octopus. No es un rincón específico sino que está presente en otros, como los de juego simbólico y trabajos (pincha sobre los enlaces para leer los posts). Existen infinidad de materiales para trabajarla, la mayoría de las actividades son de la vida cotidiana, como subir cremalleras, tender, cortar comida, etc. 

Aunque algunas ya se explicaron en otros posts, a continuación un listado con algunas de las actividades que propondremos en el espacio, muchas más se irán añadiendo, atendiendo a las necesidades e intereses de los peques.

- Rincón de plástica.
Con materiales para moldear, como la plastilina, arcilla,o pasta de sal. Moldear estas pastas requiere mucho más trabajo que el que aparenta. Hacemos churros, bolas, bolitas, y miles de figuras que requieren precisión en el movimiento.
Además, ceras, lápices, tizas, rodillos, pinceles, pintura de dedos, etc. Utilizando desde los utensilios más gruesos hasta los más finitos, realizando trazos cada vez más conscientes.
Y, por último, papeles para cortar, rasgar, hacer bolitas, pegar, hacer figuras, y todo aquello que se les ocurra. Una buena coordinación mano-ojo es imprescindible para todas estas tareas.

- Mesa de experimentación.

En una mesa adaptada se coloca, de forma rotativa, diverso material de experimentación: agua, arena, arroz, pasta,... y utensilios con los que manipularlos: embudos, coladores, tubos, jeringuillas, pipetas, etc. Se ofrecen materiales pequeños para tratar de garantizar que el peque va a necesitar utilizar sus dedos con exactitud, siendo casi imposible manipular con la mano completa. 
Además, en este espacio pueden introducirse en la lecto-escritura, realizando trazos sobre los materiales.


- Costura y abalorios.

Coser en cartones, folios o tela,  así como hacer cadenas de tubos, de macarrones y finalmente de cuentas, usando los dedos o una aguja. Actividad con la que van colocando sus dedos para una buena sujeción de los utensilios de escritura.


- Praxias.


Frente a un espejo, tratan de imitar las imágenes que ven, las cuales muestran a niños realizando una mueca o moviendo la lengua. Con un buen control de la lengua tendrán menos dificultades para pronunciar esos sonidos con los que más se suelen trabar en las primeras etapas: r, pr, c, s, etc.


- El tendedero.
Colgadas de una cuerda, los peques encuentran telas con distintos tipos de broches: cremalleras, botones, velcro, clips, corchetes... Esta actividad, de "vida práctica", resulta de gran utilidad para aumentar su autonomía a la hora de vestirse y desvestirse mientras practican los movimientos de sus dedos. Además, tender estas telas implica utilizar las pinzas de tender, otro ejercicio de psicomotricidad fina. 

- Panel de cierres.
En una pared, los peques enroscan y desenroscan tapas, abren y cierran pestillos y cerrojos, y muchos más cierres para los que necesitan emplear la psicomotricidad fina. Movimientos verticales y horizontales, tirar, empujar, torcer... muchas opciones concentradas en un panel. 


Cada peque escoge sus actividades, se propone su actividad, su momento de diversión, de reto, de disfrute... Estas son sólo algunas de las actividades, pero hay muchísimas más. Seguimos a los peques, sus necesidades y sus ritmos, escuchamos propuestas y hacemos que el espacio sea acogedor y estimulante, donde cada uno encuentre aquello que le satisfaga. 
¿Qué  material añadirías tú? 

miércoles, 27 de abril de 2016

Propuestas para ExpresARTE

En Octopus, dedicamos un espacio a la expresión plástica y corporal, organizando propuestas de ExpresARTE.

La persona acompañante realiza una propuesta cada día, y en los momentos de expresión artística cada vez se enfoca hacia un tipo de expresión: corporal, musical, pintura, modelaje, o mixto (dos o tres expresiones de forma conjunta).

En cada propuesta buscamos que cada peque se sienta 100% libre y se exprese sin límites, sin recibir ningún tipo de juicio.

EXPRESIÓN PLÁSTICA

Pintar, modelar, y dibujarLa expresión plástica es una herramienta ideal para que los peques reflejen sus sentimientos y emociones, para que exploren los colores y su composición, para que desarrollen la imaginación y la creatividad, para que trabajen con diferentes texturas, etc. 

En el espacio encuentran diferentes materiales, soportes, y herramientas. Todo con el enfoque lúdico, no se busca una técnica perfecta sino un momento de expresión libre, de conexión y disfrute personal. Es un espacio preparado en el que el acompañante ofrece en cada propuesta unos recursos diferentes y no juzga las creaciones sino que las acepta y las respeta, respetando y aceptando así a su creador. 

Nos basamos en la teoría de la educación creadora, basada en la expresión plástica como medio de expresión personal, no como algo para mostrar a otro, y el trabajo individual; aunque también nos inspiran las actividades grupales del laboratorio artístico Segni Mossi. A la izquierda podéis ver un vídeo del resumen una sesión en Segni Mossi  y abajo una sesión en Dariya (en francés), basada en la teoría de la educación creadora.

















EXPRESIÓN MUSICAL
Por otra parte, contamos con las propuestas de música. Sabemos que el oído y tacto son los primeros sentidos que se desarrollan, ya en el vientre materno, el bebé oye todo lo que le rodea. 
Vinculamos en numerosas ocasiones la expresión musical con la lengua de signos para bebés, y la psicomotricidad, pues la música sirve como medio de expresión.

A través de la música, podemos mostrar alegría, enfado, miedo, tranquilidad, etc. Además, estimula el lenguaje, la motricidad gruesa, la expresión corporal, el sentido del ritmo, y las habilidades sociales, entre otras muchas.

Las propuestas las dividimos en tres tipos: 


- De
 música clásica  momento (habitualmente) de calma para compartir y contactar con uno mismo o con un adulto de referencia. Además, contamos con gran cantidad de instrumentos reales, lo cual les permite relacionar de forma vivencial cada instrumento con su sonido. 

 - De canciones infantiles (o no tan infantiles, pues buscamos que conozcan un amplio rango)  Mientras bailamos y cantamos, los peques desarrollan la coordinación mano-ojo al dar palmas, mejoran su expresión corporal, y amplían su vocabulario.

- De expresión musical, cada niño escoge un instrumento y juntos o separados tocamos ritmos. Vivenciamos la 
discriminación auditiva, distinguiendo entre agudo y grave, fuerte y piano, y se inician en las habilidades sociales al realizar actividades en grupo y respetar los turnos.

EXPRESIÓN CORPORAL
Estas propuestas van estrechamente relacionadas con la música y la danza, o incluso la dramatización, con actividades de representación o improvisación para los más mayores.

Con esta propuesta, van descubriendo su cuerpo y sus capacidades de acción, refuerzan la memoria, amplían su vocabulario, y trabajan en grupo. 


Y a tí ¿Cómo te gusta ExpresArte?

domingo, 3 de abril de 2016

Biblioteca en Octopus, y la lectura en infantil.

En Octopuss, tenemos una gran pared dedicada a los libros y cuentos. Es un espacio con cojines y puffs, haciendo del lugar un sitio acogedor, en el que además de disfrutar de la lectura de forma individual, organizamos  actividades de animación a la lectura como: guiñol, teatro sombras, teatro de luces, y musicales. 


Son muchas las razones por las que añadir este espacio, y es que la lectura ofrece montones de ventajas. Que no sepan leer no es razón para descartar este espacio, ya que además de la lectura, en la biblioteca los peques trabajan la atención, son responsables del cuidado del material, amplían su vocabulario, desarrollan su imaginación, refuerzan su memoria, despiertan su interés por temas diferentes, etc. 

A diferencia de otros espacios, enfocados casi exclusivamente a los más pequeños, la biblioteca es un espacio para toda la familia, pues las familias que lo deseen podrán disponer de recursos digitales, libros educativos y divulgativos de software libre que podrán descargar o consultar en el centro.


Volviendo al espacio, las baldas más bajas están reservadas para los más pequeños. Al igual que el resto del material, los cuentos se encuentran a la altura de los niños, permitiéndoles el libre acceso a ellos. Los libros se colocan de frente, pudiendo ver sus portadas, facilitando así la búsqueda de cada cuento. 

Los cuentos infantiles son de mil materiales, formas, colores, y contenidos. A continuación os contaré los diferentes tipos de cuentos para cada edad, recordando que no hay edades fijas sino orientativas, ya que los cuentos se pueden adaptar a las diferentes necesidades del momento evolutivo de cada peque.

Para los bebés,menores de un año, los cuentos suelen ser de material lavable, principalmente de tela aunque también los encontramos de plástico. Suelen ser sólo imágenes y contener distintas texturas, no es una historia con inicio y final pero con imaginación y creatividad los buenos cuenta-cuentos hacen maravillas. El objetivo principal de estos primeros cuentos es que se vayan acercando a los libros, permitiendo que los exploren de la forma que mejor saben, metiéndoselos en la boca, y transmitir sentimientos agradables que les inciten a continuar explorando. Además, van iniciándose en la "complicada" labor de pasar páginas, y cuando son oyentes van descubriendo vocabulario y tonos de voz.


Para los peques de uno a dos años los cuentos de cartón grueso son los más indicados para que puedan manipularlos ellos mismos, poco a poco descubren en qué sentido se pasan las hojas y van siendo conscientes de que los cuentos contienen mensajes. Suelen ser cuentos breves y con un argumento muy sencillo, familiar, y con pocos personajes. La velocidad a la que crece el vocabulario a estas edades es increíble, y mediante los cuentos los niños aprenden y practican palabras mediante la memorización y repetición lúdica, ya que es casi a los tres años cuando empiezan a imitar al adulto, incluyendo a aquel que les cuenta cuentos. Como oyentes, su capacidad de atención es mayor y les encanta leer una y otra vez el mismo cuento ya que, al igual que con otras actividades rutinarias,  les aporta seguridad.


Hacia los tres años pueden ir introduciéndose los cuentos de hojas de papel ya que su control de la pinza es mayor. Los cuentos comienzan a tener argumentos más largos y comienzan a centrarse en la fantasía aunque sin olvidar temas cotidianos, especialmente los relacionados con características de su etapa como el control de esfínteres. Las imágenes suelen ser más elaboradas que antes, siendo común encontrar escenas con fondos recargados, algo que anteriormente hubiese distraído en etapas anteriores y se hubiese expuesto, generalmente, en un fondo blanco. El vocabulario adquirido es muy amplio, y aunque cometen errores puntualmente suelen ser capaces de comunicarse sin dificultad, lo cual les permite iniciarse también en la representación, iniciándose el juego de roles que podrá trabajarse en pequeños teatrillos.



A partir de los cuatro años, los niños conocen las características de los cuentos, van siendo conscientes del contenido educativo de algunos de ellos, y se muestran más autónomos a la hora de seleccionar libros, comenzando su gusto por géneros específicos. En esta etapa encontramos los llamados cuentos-juego, en las que los lectores encuentran actividades lúdicas a lo largo de la historia. Y aunque no tiene porqué ni debería alarmarnos lo contrario, suele iniciarse la curiosidad por el mundo escrito, ya que van siendo conscientes de que los "garabatos" que acompañan las imágenes a lo largo del cuento son los que narran la historia. Gracias a la lectura del adulto, los niños pueden llegar a identificar la grafía de algunos sonidos, letras o palabras, algo que debemos fomentar pero de ninguna forma presionar, ya que cada niño tiene sus necesidades y no debemos adelantarnos sino motivar y esperar al niño. No debemos olvidar que todo niño lleva intrínseca la curiosidad y el afán por ser autónomo.




Antes de la entrada en primaria, pese a lo que muchos creen y en muchos centros se practica, no es obligatorio que los niños sepan leer o escribir, no es un requisito ya que la educación infantil no es una etapa obligatoria. Por tanto, tenemos la suerte de que la ley permite a los niños desarrollarse a su propio ritmo y que puedan acercarse al mundo de las letras de forma lúdica y motivante. Es la labor de los adultos proporcionar un espacio estimulante, ser modelos y sembrar en los niños la curiosidad y el placer por la lectura. Si contamos cuentos de forma habitual y les invitamos a imitarnos y a que exploren los libros de forma autónoma, en menos de lo esperado despertará su curiosidad innata y desearán adentrarse en el apasionante mundo de la lecto-esritura. 


Y esto es todo por hoy. Espero que os guste esta propuesta de biblioteca. ¿Se os ocurre alguna actividad más para fomentar la lectura entre los más pequeños? 




sábado, 12 de marzo de 2016

Mis prácticas de Magisterio en Escuela Ideo

Ayer terminó otra etapa de mi formación, las prácticas de 4º de Magisterio. Yo estudié FP de Educación Infantil, y aunque la formación fue muy completa, sin duda fue en las prácticas donde más aprendí entonces. Cuando terminé FP no tenía intención de ir a la universidad, sólo quería ir a cursos puntuales de aquello que realmente me interesase, pero finalmente entré, y me arrepentí, me decepcioné y me desilusioné. Han sido tres años aburridos, vacíos de contenido, y muy pesados, porque realmente creo que no he aprendido nada nuevo, los contenidos de FP, que son muy completos, sumados a mi espíritu autodidacta han tenido la culpa de esa sensación. Pero al llegar el periodo de prácticas he vuelto a ilusionarme y gracias a estos meses acabaré mi experiencia universitaria con buen sabor de boca. Han sido cinco meses repletos de experiencias y emociones; he aprendido mucho de ellos y con ellos, y si hay algo que he vuelto a sacar en  claro es que es a la infancia a lo que me quiero dedicar.

Como dijo en su día Malaguzzi, los niños tienen 100 lenguajes pero les roban 99,  quien me conozca sabrá que soy de poco hablar, prefiero escuchar, observar…  y escribir. Desde que llegué ayer a casa tengo ganas de escribir, de expresar mi felicidad por la experiencia y mi tristeza porque haya llegado a su fin. Así que me he puesto a ello, y aunque en principio el objetivo era solo desahogarme y expresar mis sentimientos, he decidido publicarlo para compartir mi experiencia. (Coged palomitas, que he cogido el teclado con ganas ;-P)

Soy joven, y tan solo llevo a mis espaldas seis años de experiencia con niños de infantil y algunos menos con más mayores, en diferentes ámbitos, contextos y agrupaciones, pero jamás he dudado de mi vocación, es más, crece día a día al estar con ellos. 
Algunos consideran que tengo obsesión por la educación porque en mi tiempo libre (que no es mucho), además de hacer deporte, me dedico a  leer, ver documentales, acudir a conferencias, cursos, o cualquier cosa relacionada con los niños. Considero que nunca hay que dejar de aprender, la sociedad cambia y creo que es un acto de responsabilidad formarse, además, así que yo no lo llamaría obsesión sino pasión. Disfruto de cada segundo junto a un niño, puedo estar horas y horas observando a esos locos bajitos jugar libremente, independientemente de su edad, desde un bebé que se mira las manos asombrado hasta los más mayores organizando los roles de cada uno en un juego. Por desgracia, esa pasión no la he visto en gran parte de maestros de escuelas en las que he trabajado o realizado otras prácticas, o en compañeros de la universidad, lo cual me ha desmotivado bastante pero también me ha animado a compartir mi pasión con ellos y tratar de encender esa chispa en ellos, mostrándoles la belleza de esta apasionante y delicada profesión.



Durante estos meses, en Escuela Ideo, por fin he encontrado un lugar en el que los docentes son apasionados de su profesión, son conscientes de la responsabilidad que tienen entre manos,  respetan y creen en su alumnado, confían en sus familias y son compañeros. Una escuela cuyo lema es “De mayor quiero ser feliz”, un lugar en el que las sonrisas y los abrazos sinceros son parte del día a día entre alumnos y profesores, un centro en el que el objetivo no es competir contra otro sino contra uno mismo, superarse, luchar  por alcanzar los sueños.

Para quienes no lo conozcáis, la Escuela Ideo está ubicada de forma temporal ,hasta encontrar un terreno, en un edificio de oficinas. Es un edificio completamente transparente, por dentro y  por fuera, las vistas a la ciudad desde las aulas y las escaleras son maravillosas, seguro muchos pensaréis que entonces habrá cortinas o  persianas para que no se distraigan los alumnos durante la clase, pero no es así, los niños no se distraen mirando porque lo que están trabajando les tiene suficientemente enganchados. Las clases y los despachos también tienen sus muros de cristal, porque no hay nada que esconder aquí y porque no hay nada mejor que la luz natural y sentirse libre.

Hay muchos momentos de estas prácticas, imágenes y frases, que se me van a quedar grabados para siempre por reflejar la pasión y compañerismo de los maestros que allí trabajan. Escuchar que se han quedado hasta las ocho de la tarde en una reunión para sacar adelante un proyecto, que van a ir de excursión con los alumnos fuera de horario escolar y laboral porque es una experiencia que no deben perderse los alumnos, que han pasado un finde todos juntos para reforzar los lazos del equipo y formarse, que van a dar cursos de formación gratis a familias en horario no laborable, que los profes no quieren seguir de baja médica porque sienten que tienen responsabilidad y además echan de menos a los alumnos, etc. Son solo una muestra de los “pequeños” detalles que muestran que están entregados a su profesión, y eso es sólo parte del trabajo, porque bien es sabido que los profes tenemos la “mala costumbre” de llevarnos tarea a casa. 

En otros centros en los que he estado, salir cinco minutos más tarde suponía quejas y malas caras, y ya no hablar de utilizar el tiempo libre para decorar un aula o preparar material, y mucho menos ayudar a un compañero a preparar materiales … Por suerte en Ideo esto no sólo no ocurre sino todo lo contrario, jamás olvidaré una tarde que nos pusimos a toda prisa a pegar circulitos de papel de colores por el gran hall y colgar trapecios con las mascotas de las clases mientras los peques estaban en el patio y al entrar los niños sus caras de asombro e ilusión pagaron con creces todo el trabajo.

En este cole no hay libros ni exámenes, siguiendo la filosofía de ILE, el aula no es el único espacio educativo, también se aprende en un huerto, en el patio o en las excursiones, las cuales  son muy frecuentes. No son excursiones para “perder un día” como ocurre en muchos centros, son excursiones con objetivos, cargadas de contenidos y significado. Se trabaja por proyectos, desde infantil hasta secundaria, se fomenta así la investigación, el espíritu de la curiosidad y las ganas de aprender, aprendiendo sin darse cuenta. Cada niño es amado y respetado, no se les etiqueta, se les muestran sus capacidades y se les motiva cada día a superarse, entendiendo el fallo como algo a superar y no como una barrera infranqueable.


Es una verdadera comunidad educativa, en la que las familias son siempre bien recibidas y participan en actividades de forma continua, talleres, seminarios, fiestas, cuentos, teatros,… Además, es un cole con un proyecto de integración, por lo que en casi todas las aulas encontramos al menos a un alumno con NEE, una experiencia enriquecedora ya que abre los ojos a la sociedad real, con personas de distintas capacidades. Los alumnos de ideo son niños con grandes habilidades sociales, son cuidadosos, responsables y respetuosos. Y es que es un cole en el que aprenden valores (cooperación, respeto, solidaridad…), se les conciencia de los problemas sociales (pobreza, consumismo), la importancia del cuidado del medioambiente (fomento del uso de la bicicleta, reciclado, cuidado del huerto,..), conocen y ejercen sus derechos, practican  hábitos saludables (comida sana, deporte diario, beber agua frecuentemente…), etc. Es decir, los objetivos no son meramente académicos, son mayoritariamente personales, fomentar la autonomía, el espíritu crítico y la superación.

En Ideo (como debería ocurrir en cada centro) los pequeños tienen voz y voto, resuelven conflictos y toman decisiones. Se les enseña a identificar las emociones y  se les muestran herramientas para que crezcan siendo conscientes y responsables.  Aquí el aprendizaje es algo divertido, mediante el juego, aprenden sin apenas darse cuenta. Y, como ha demostrado la neuroeducación, sin emoción no hay aprendizaje, y en Escuela Ideo, hay emoción desde el primer segundo, con ese beso y abrazo sincero que dan los profes a cada niño al llegar a la puerta.

Echaré de menos a los 21 locos bajitos, sus besos y abrazos cargados de energía por la mañana, sus aventuras del fin de semana, sus “¿me lees este cuento?”, y sus preguntas y reflexiones que te dejan un rato pensando. Ellos me han mostrado de nuevo la belleza de la fantasía, la curiosidad y la ternura que hay en los ojos de un niño. Ha sido un placer verles crecer y observar sus caras. Caras de curiosidad  huerto al descubrir bichitos o comer rúcola, de ilusión al conocer los proyectos, de satisfacción al completar un puzle o una serie, de alegría al conseguir leer y escribir sus primeras palabras, de orgullo al resolver un conflicto, de cariño al dirigirse a los más pequeños, de cansancio tras un día en la nieve, de emoción al ver el cole transformado en un circo, etc.




Por todo ello, gracias, gracias de todo corazón (como cantan ellos) a Escuela Ideo por abrirme sus puertas, les deseo un futuro cargado de felicidad, porque si de algo estoy segura es de que no hay nada más importante que la felicidad. 
Enhorabuena por vuestro esfuerzo, dedicación y pasión.
¡Volveré pronto y os tendré siempre en el corazón!


PD. Todas las imágenes del post han sido tomadas de Internet, no me pertenecen.