martes, 18 de julio de 2017

Reflexiones: ¿Una escuela?

Muros altos que no permiten ver el exterior, patios de cemento, entradas y salidas marcadas por timbres estridentes, personas caminando en fila, relación jerarquizada, horas y cantidad de alimentación marcadas por agentes externos, visitas reguladas, personas segregadas por niveles, sistema de castigos y penalizaciones por conductas inadecuadas, tiempo de permanencia en el centro marcado por superiores, miradas que observan y analizan cada movimiento con detenimiento,...

¿Estabas pensando en una escuela?  si es así, algo debe cambiar y demos trabajar desde ya para cambiarlo. Para mi, estas características deberían ser exclusivas de unas prisión, o ni eso, ya que dicha metodología no encaja mucho con mi forma de entender las reinserción, pero eso ya es un tema aparte.

Para mi, la escuela debe ser abierta, cercana a la naturaleza y la sociedad, debe ofrecer la posibilidad de que los que están dentro puedan ver plantas, animales, personas, vehículos, el día a día del mundo en el que vivimos; la escuela no es un lugar aislado, y las cosas que nos rodean también tienen mucho que enseñar, los libros y maestros no somos las únicas fuentes de aprendizaje.
En los centros educativos, independientemente de la etapa, las entradas y salidas deberían ser flexibles, marcadas por los intereses de cada alumno, sin un horario pautado para cada tarea, porque no se puede forzar a aprender ni negar el derecho a saber, interrumpiéndolo o frenándolo simplemente porque "eso lo verás mañana" o peor aún "el curso que viene".
En cualquier lugar, incluidas las escuelas, la relación debería ser horizontal, con relaciones entre iguales y sin que la edad implique rango, permitiendo que todos puedan decidir y opinar de todo lo que les incumbe, como es el caso de la educación. ¿Quién es el maestro para decidir si el niño debe aprender sobre la  prehistoria y no sobre los cultivos si es eso lo que le interesa al menor?
Por otro lado, aunque parece evidente, básico o necesario, en apenas ningún espacio se contempla la posibilidad de permitir que los trabajadores de empresas o los estudiantes se alimenten o descansen cuando y cuanto deseen,sin embargo, todos sabemos que el bienestar es clave para un buen rendimiento.
Un cole es lugar al que poder acudir con amigos, vecinos y familiares, compartir experiencias, aprender de unos y enseñar a otros, sin segregar los niveles acorde a la edad, todos aprendemos de todo y todos, segregar y categorizar no tiene sentido si vivimos en sociedad, con un conjunto heterogéneo de personas con distintas edades, capacidades e intereses. La escuela debería ser una reproducción de la sociedad, no un espacio aislado de ésta...
En esta sociedad, y más en un centro infantil, no tendría que haber cabida para los castigos, los chantajes, ni las amenazas, pero tampoco para los premios: los "muy bien", el "fenomenal", ni el "qué bonito", porque tan subjetivos son unos como otros; tan solo son válidas las consecuencias, aquellas acciones realmente relacionadas con la acción.
Los estudiantes, que somos todos, porque nunca dejamos de aprender,  necesitamos lugares en los que poder explorar el espacio y realacionarnos con otros sin la mirada atenta del adulto, pudiendo esconderse, porque, como dice María del Mar Romera "las mejores cosas, pasan a escondidas".

Estas son sólo algunas de las características que, para mí, debería tener una escuela, un cole, un instituto, una oficina o una casa, porque aprendemos en muchos lugares, y si somos seres sociales debemos trabajar en sociedad, buscando compartir y cuidar lo que más ama cualquier ser humano: aprender, descubrir, saciar la curiosidad, tengamos días, meses, años, o décadas.

En La Casa Mapletrees, trabajamos para que este tipo de escuela no sea una utopía y que pueda estar al alcance de todxs. ¡Bienvenidxs a la nueva era educativa!

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