Está claro que no hay nada perfecto, debemos buscar lo que más nos convenza de cada propuesta educativa para crear una propia que se ajuste a nuestras creencias. A mi, me gustan las ideas de:
María Montessori:
- La mente de los
niños posee por sí misma, la capacidad de adquirir conocimientos
de manera inconscientemente e ilimitada.
Como auténticas esponjas, los niños son capaces de absorber todo
aquello que se les presente.
- En la sala hay simplicidad, belleza y orden; el material está organizado en áreas de trabajo, para
permitir que el niño llegue a ser independiente.
- Todo el mobiliario
está adaptado a tamaño infantil y el material se presenta de una
manera ordenada y estructurada (según diversos niveles de
dificultad) en estantes bajos que son de fácil acceso para los niños.
- No hay educador ni maestro sino guía. El rol del adulto en Montessori se basa,
por lo tanto, en guiar al niño y darle a conocer, de manera
respetuosa y cariñosa, las diversas posibilidades que los materiales y
los ambientes preparados ofrecen.
- Material didáctico autocorrectivo, de
manera que ninguna tarea puede completarse de manera incorrecta
sin que el niño se de cuenta de ello por sí mismo.
- Los niños más pequeños
aprenden viendo cómo actúan los niños mayores y los mayores se
benefician al ayudar a avanzar a los niños más pequeños. El grupo de
edades mixtas permite a los niños desarrollarse social , intelectual y
emocionalmente.
- El alumno decide qué actividad realiza en cada momento, no se le impone. Tiene libertad para levantarse cuando lo deseen y pueden desplazar los muebles.
- Importancia del desarrollo de todos los sentidos: tacto, oído, gusto, vista y olfato.
Waldorf, de Rudolf Steiner:
- Afirma que todos somos diferentes, nacemos
con un propósito individual y ciertas habilidades particulares.
- El educador debe ser modelo. Los niños, en la primera infancia,
aprenden por imitación.
- Los niños se sienten acompañados por un adulto en todo
momento, pero nunca dirigidos por el mismo.
- El movimiento corporal en la infancia es la base para un posterior
desarrollo y una adquisición de capacidades intelectuales. En edades
tempranas, los niños tienen que descubrir su propio cuerpo y es solo
cuando habitan en él con satisfacción, cuando pueden usarlo para
descubrir el mundo que les rodea.
- La estructura de cada día es siempre la misma. La rutina y los ritmos
se consideran muy importantes para que los niños estén seguros,
para que puedan desarrollar sus propios juegos y para encontrar sus
intereses dentro de este marco estable del día a día.
- Presencia continua de juegos de manos y los corros, que estimulan el lenguaje a la vez que fomentan la coordinación y
la habilidad manual
- Materiales naturales y orgánicos, como la madera, la piedra, la seda o la lana, los cuales no
están del todo definidos/acabados, ya que de esta manera, se ayuda
al niño a desarrollar su imaginación y a crear mentalmente su propia
realidad definida.
- Se considera importante pasar tiempo al aire libre, intentando que, adecuadamente vestidos, jueguen todos los días fuera.
Reggio Emilia, de Loris Malaguzzi:
- Busca un diálogo entre todos, totalmente reciproco:
maestros, niños, padres y comunidad.
- El arte es un aspecto muy importante, el taller y el atelerista
son elementos vitales para asegurar la atención al arte, a la
investigación visual y a la estética.
- En la zona principal de la escuela, la plaza, se produce el
encuentro de los niños todos los días. Allí podemos encontrar un juego simbólico: las tiendas, los disfraces, zona de espejos...
- El ambiente es el tercer educador.
- El niño tiene 100 lenguajes, formas de expresarse.
- Importancia de la formación continua del profesorado.
Emmi Pikler:
- El adulto no "enseña" movimientos ni ayuda a realizarlos, y los niños se mueven y se desarrollan por su propia iniciativa.
- El espacio debe ser seguro para favorecer el movimiento libre y autónomo.
- La mirada, los gestos, y los masajes son lenguaje no verbal que los niños emiten y reciben.
- Los niños que se desarrollan más lentamente que la media, no solo tienen el derecho a hacerlo sino que tienen sus razones, que se han de respetar.
Espacio de acompañamiento respetuoso a la infancia. Un lugar hogareño y familiar, con puertas siempre abiertas y horario flexible. Un espacio cuidado, pensado para el pleno desarrollo de cada peque. Velamos por el respeto, confiamos en la plena auto-regulación y formación, y buscamos saciar y/o despertar la curiosidad innata de todo ser humano. Acompañamos a peques y familias, sin juicios, en comunidad, aprendiendo unos de otros. Ven a conocernos y ¡te quedarás!
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