Son muchas las veces en las que nos dicen o vemos que una familia decide subir al peque a lugares que no alcanza de forma autónoma: columpios, sillas, balancines, o cualquier otra atracción. Parece que a los adultos nos da tanta pena que no descubran lo divertidos que son, que es inevitable caer en la tentación, y entonces, suben al peque. "mira qué chulo" "qué divertido".
Normalmente sonríen, y si no sonríe... pues o bien desisten (volviendo a probar otro día o incluso un ratito más tarde "tiene que gustarle, es taaan divertido") o hacen un sinfín de virguerías hasta que sonría. ¡¿Cómo no va a gustarle algo tan divertido?!
Entonces, llega el momento de bajar, y ¡sorpresa! no pueden, pues no alcanzó ese sitio de forma autónoma. Pero
El segundo día, llega el peque al parque y... ¡quiere volver a montar! Claro, si es tan divertido, ¿cómo vamos a negárselo?... Y se le sube. Y se le baja cuando se cansa. Y así una y otra y otra vez, hasta que un día, el adulto se cansa ¡vaya! ¿ahora qué? Pues ahora tenemos a un peque que necesita del adulto para lograr una posición no alcanzada por sí mismo. (Pasa lo mismo que los peques a los que se les sienta, se les da la mano para caminar o subir escaleras, etc)
A partir de ese momento, el peque se frustra, no puede alcanzar su objetivo, le han presentado algo para lo que no estaba preparado, pero ya es tarde, le hemos puesto la golosina en la boca, no podemos quitársela... Es entonces cuando tenemos un peque cuyo desarrollo ha sido intervenido, provocando una frustración y una dependencia del adulto, no se ha respetado.
Por otro lado, podemos encontrarnos peques que son respetados, porque no adelantarles ni exponerles a situaciones y posiciones no alcanzadas/descubiertas por sí mismos es respetar su desarrollo. Miran con muchas ganas ese escalón, esa mesa, esas escaleras o ese balancín, que ven cómo otros peques alcanzan esa cosa que tan divertida parece. Qué ganas de alcanzarlo... Lo miran, lo prueban, intentan alcanzar su objetivo una y otra vez. Observan y observan, fijándose en todos los detalles, escuchan, atienden y entienden sus habilidades motrices, y un día...¡llegan!.
La cara de felicidad de ese momento, no tiene precio. Lo ha conseguido, sin ayuda, tras mucho esfuerzo y dedicación; ha esperando pacientemente a notar ese impulso que le permita hacerlo sin ayuda, y ha observando a otros. Ahora se siente capaz, útil, autónomo, independiente. Sí, todos terminan llegando, aún no conozco peque de más de 5-7 años máximo (sin una alteración del desarrollo natural) que no se suba solo a los columpios, que no camine, que no coma solo, que lleve pañal, que no suba escaleras, o que no reconozca ni una letra y/o número.
Los peques imitan y copian de maravilla, es su tarea, están "programados" para ello. Algunas veces nos gustará lo que copien, otras no tanto, pero somos seres sociales, aprendemos de y con otros. Debemos darles su tiempo, alejarles de la prisa adulta que nos contamina, permitir que disfruten de todas y cada una de las etapas, sin prisa, pues no sirve de nada adelantar los procesos más que para arrebatarles la satisfacción de hacerlos por sí mismos.
Dejarles descubrir esos lugares por sí mismos también es una invitación a conocerse a sí mismos, a tener paciencia, a tener consciencia de sus capacidades de acción, a aceptar sus limitaciones.
En definitiva, si no intervenimos ni adelantamos, estamos abriendo las puertas del auto-concepto y la autonomía. Si les mostramos posturas y lugares que no alcanzan por sí mismos, les abrimos la puerta a la dependencia, la frustración, la falta de conocimiento de sus capacidades de acción, y un largo etc.
P.d.
¿Y si ya le he subido, le he sentado, o le he dado las manos? Siempre hay tiempo de volver atrás, con cariño y firmeza, le explicamos al peque: "no voy a hacer X porque no estás preparado para ello, sé que te gusta y que disfrutas mucho, pero no es bueno para ti. Puedes intentarlo tú solo, yo estaré aquí acompañándote"
Ya, pero se frustra... "Veo que te enfada que no te suba/coja/X y lo entiendo, pero no voy a hacerlo. ¿Puedo hacer otra cosa por ti?"
Cuesta, pues se les ve tan felices... pues te aseguro que la sonrisa de satisfacción es muchísimo mayor. ¿Acaso hay algo que les guste más que hacerlo solos, sin necesitar a otro, sintiéndose autónomos?
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